En el marco de la jornada empresarial anual Paco Pons, organizada por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Parra ofreció su análisis sobre cómo deben prepararse las instituciones y las compañías para responder de manera eficaz ante un entorno en constante transformación. “El entorno ha cambiado radicalmente en los últimos años. No solamente por acontecimientos impredecibles como la covid o la guerra, sino también con otros que nos toca gestionar desde hace tiempo como la falta de personal, la pérdida de know how en muchas industrias y una inestabilidad macroeconómica que nos afecta constantemente", apuntó, destacando que estos factores obligan a replantear estrategias y modelos de gestión.
Íñigo Parra comenta sobre la dirección con propósito y comunicación constante
Parra sostiene que un liderazgo eficaz requiere claridad en el propósito, capacidad para tomar decisiones relevantes, humildad para reconocer limitaciones y un sistema de comunicación fluido que conecte a todos los niveles de la organización. Considera que las empresas con visión de futuro son las que se adelantan a los cambios, se adaptan con rapidez y cultivan el talento de sus equipos. “En definitiva, tiene que ser una compañía valiente y sin miedo", declaró, subrayando que esa valentía debe ir acompañada de preparación y determinación.
En su intervención, Parra recordó que “una compañía es siempre la sombra de una persona, ya sea el CEO, el dueño o el fundador, que es el que marca". También señaló que “la verdadera ventaja competitiva de una firma no es un producto, una manera de hacer o unos servicios, sino su gente y quién gestiona a ese personal”. De esta forma, enfatiza que la gestión de personas y la visión del líder condicionan de manera decisiva el rendimiento de la empresa.
Para Parra, el liderazgo comienza por la capacidad de reconocer y corregir errores propios. Cree que la autocrítica y una visión amplia permiten a los directivos adaptarse a los cambios sin perder de vista los objetivos. Asimismo, considera fundamental integrar diferentes perspectivas dentro de los equipos para enriquecer la toma de decisiones y mejorar las respuestas ante situaciones imprevistas.
Parra advierte que una de las carencias actuales es la “dejación de autoridad” tanto en las empresas como en la sociedad. Recomienda establecer pocas normas claras y, si no se cumplen, invitar a la persona a abandonar la organización. “Es hacerle también un favor porque esa persona no está alineada con los valores”. Según él, ejercer autoridad implica, además, sacar el máximo potencial de cada empleado: “Somos nosotros, los jefes, los que tenemos que sacar todo lo que puede dar una persona. Esa es nuestra misión”.
Parra destaca que un buen líder debe tener la humildad de reconocer cuándo es el momento de ceder el testigo a una nueva generación. Esto exige haberse desarrollado plenamente en el cargo, tomado decisiones clave y planificado un relevo ordenado que asegure la continuidad de la empresa.
Su enfoque se fundamenta en la coherencia entre el discurso y la acción, la responsabilidad en la gestión y la capacidad de anticipar retos. Está convencido de que las compañías que se mantendrán en el tiempo serán aquellas lideradas por personas que escuchen, actúen con determinación y fortalezcan sus estructuras para afrontar cualquier escenario.