Los consumidores en España gastaron un total de 9.200 millones de euros en bebidas de Coca-Cola en todos sus canales. Esto se traduce en la venta de 2.900 millones de litros de refrescos de la marca. Por cada euro gastado en refrescos de Coca-Cola, 76 céntimos revirtieron en la economía local.
" Coca-Cola lleva más de 70 años produciendo bebidas en Cataluña. De hecho, Barcelona fue la ciudad donde se fabricó la primera botella de Coca-Cola en la península Ibérica. Esto nos convierte en una compañía global con un origen, unas operaciones y una cadena de valor locales. Los datos de este estudio muestran el impacto que nuestra actividad tiene en esta región. comerciales distribuidas por todo el territorio catalán, podemos poner en marcha una cadena que no sólo deja una huella económica, sino que también genera valor en la sociedad ”, explica Josep Antoni Gómez, director de ventas del Área Este de Coca-Cola Europacific Partners Iberia.
Empleo y contribución local
Los datos presentados por este Estudio muestran, además, la amplia capacidad y el papel relevante de Coca-Cola como dinamizador del empleo en las economías locales, convirtiéndose así en un actor de referencia en el panorama socioeconómico catalán. Un posicionamiento logrado después de años de trabajo y compromiso con la región.
La actividad local de Coca-Cola genera empleo directo e indirecto para 15.660 personas en Cataluña , de las cuales 780 son puestos directos y 14.880 indirectos a través de su cadena de valor. Estas cifras indican que, por cada puesto directo creado, se generan 19 indirectas.
Gracias a su fuerza industrial ya la gran capilaridad de su sistema de distribución y equipo de ventas, Coca-Cola contribuye a impulsar el desarrollo de las economías locales. Además, distribuye sus productos a más de 45.000 puntos de venta en Cataluña . Esta capilaridad permite vertebrar económicamente el territorio, llegando tanto a grandes núcleos urbanos como a pequeñas poblaciones rurales de la región.
En Cataluña, se encuentra también una de las principales instalaciones industriales del grupo: la planta situada entre los municipios de Martorelles y Montornés del Vallès, en Barcelona. Con 11 líneas de producción, 500.000 m2 de superficie y una capacidad de almacenamiento de 76.300 palés, esta planta puede llegar a gestionar hasta 285 camiones al día. Su producción diaria equivale a 7 millones de botellas de las marcas más emblemáticas como Coca-Cola, Fanta, Sprite, Aquarius, etc. Desde 2019, Coca-Cola ha invertido más de 59 millones de euros en esta planta.
Además de la planta de producción, la empresa cuenta con un centro logístico y cinco oficinas comerciales repartidas por el territorio catalán.
Más allá de la economía: impacto en la sociedad y en el medio ambiente
Asimismo, Coca-Cola impulsa en Cataluña iniciativas que refuerzan el tejido social y promueven la resiliencia de las comunidades, siempre trabajando en colaboración con las administraciones públicas locales y entidades expertas.
En el ámbito social, destacan programas como GIRA Mujeres, que ha contado desde su creación, hace 9 años, con la participación de más de 1.600 mujeres de Cataluña. También es el caso de GIRA Jóvenes, un proyecto que ha ofrecido formación a más de 500 jóvenes catalanes. Además, en toda España, la compañía reforzó su plan de voluntariado corporativo con la dedicación de 8.700 horas por parte de sus empleados, contribuyendo así al desarrollo de proyectos de impacto en todo el territorio.
Desde el punto de vista ambiental, Coca-Cola sigue trabajando en proyectos como Madres Circulares, que desde 2018 ha contribuido a recoger más de 4 toneladas de residuos de las playas y entornos acuáticos de Cataluña gracias a la participación de más de 3.000 voluntarios catalanes.
Asimismo, Coca-Cola colabora con bares y restaurantes catalanes para ayudarles a reducir su huella de carbono a través de Hostelería #PorElClima. Son ya más de 4.300 establecimientos catalanes adheridos a esta iniciativa, dentro de los más de 15.000 locales implicados en el conjunto de España.
A nivel interno, Coca-Cola sigue trabajando para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad ambiental en su planta de Martorelles. Destacan iniciativas de recuperación de flujos de agua, implementación de sondas de ozono (O₃) en la reutilización de agua, tecnologías avanzadas para eliminar contaminantes y mejorar la calidad del agua tratada, así como diversas medidas para reducir su huella de carbono, como el uso de energía eléctrica de origen 100% más renovables o la instalación e instalación renovable.