En este contexto, la planificación se convierte en el punto en común entre el ahorro y la sostenibilidad. Meritxell Hernández, experta en sostenibilidad y CEO de Roll’eat, empresa especializada en soluciones para reducir residuos, explica: “Planificar no solo es importante para proteger nuestros bolsillos, sino también para cuidar el medioambiente”, y añade: “Comprar con antelación permite esquivar el sobreprecio, pero también reducir la presión sobre la logística, evitando envíos urgentes que son hasta un 30% más contaminantes que los estándar”.
La experta insiste en que la sostenibilidad también pasa por cómo compramos. Apostar por la compra de proximidad no solo reduce la huella de transporte, sino que apoya la economía local y circular. Además, elegir productos a granel y evitar envases innecesarios es clave para disminuir los residuos que se disparan en estas fechas. “Cada gesto cuenta: llevar bolsas reutilizables, rechazar plásticos y priorizar alimentos sin embalaje son acciones que marcan la diferencia”, añade Hernández.
Incluso en la recta final, aún hay margen para actuar. Comprar ahora y congelar carnes y pescados permite esquivar el incremento que se produce en los días previos a Nochebuena. Sustituir productos tensionados por alternativas más asequibles, como pescado local en lugar de marisco importado, también ayuda a contener el gasto. Reducir el desperdicio ajustando cantidades y apostar por mercados de proximidad son gestos que marcan la diferencia.
En definitiva, la planificación exprés es la mejor estrategia para ahorrar y consumir de forma responsable. Esta Navidad, la sostenibilidad también se juega en los pequeños gestos.