TRAYECTORIAS QUE NO EMPIEZAN DE CERO
La cabra tira siempre al monte
Por Fernando Maura
lunes 01 de diciembre de 2014, 21:11h
Es verdad que cuando se escriben estas líneas, las aguas bajan turbias en Bruselas, como producto en este caso de la contaminación que se ha producido en el curso de su paso por Luxemburgo. El nuevo presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, deberá sortear el espinoso asunto del trato de favor recibido por determinadas empresas multinacionales en el opaco paraíso fiscal que ha dirigido, en el plano ppolítico y hacendistico, el responsable social-cristiano. Pero el comentario que quería hacer ahora se refiere al conservador húngaro Tibor Navracsics, primer candidato nombrado para la futura Comisión Juncker que fue censurado por los diputados de la Comisión de Cultura -de la que soy titular-, en el curso de la comparecencia pública desarrollada en el Parlamento Europeo.
Miembro del partido Fidescz -Unión Cívica Húngara- originado desde un movimiento genuinamente liberal y democrático, pero que pasaba de forma abrupta al conservadurismo más recalcitrante, Navracsics -abogado, profesor y político- fue vicepresidente del gobierno de su país y Ministro de Justicia, y en esos cargos acometió una legislación que ha sido juzgada como liberticida en relación con los medios de comunicación.
En el curso de esa comparecencia, indiqué al candidato que ni siquiera le concedía el beneficio de la duda.
La votación de la comisión arrojaría el siguiente saldo: 14 en contra, 12 a favor y una abstención. Pero obtuvo suficientes votos para ser considerado válido en el ejercicio de otra cartera -¿quizás una más técnica que la de Cultura?-. Como consecuencia de ese acuerdo, Jean Claude Juncker, desprendía de su área de trabajo la competencia de Ciudadanía,
Sin embargo, mi posición al respecto y la de mis compañeros de ALDE, ha sido siempre muy clara: pensamos que esa decisión no pasaba de tener un carácter simplemente cosmético. No respetaba el criterio de la Comisión de Cultura, más bien lo rechazaba.
En la actualidad, las condiciones de libertad de los medios de comunicación (televisión, radio, prensa...) y la política autoritaria en Hungría se sitúan bajo el escrutinio de todo el mundo, después de las protestas de la pasada semana contra la tasa de acceso a Internet, hasta el punto de que Víctor Orban, su presidente, ha declarado que por el instante no avanzará en el desarrollo de esta medida.
Debemos permanecer atentos sobre el este asunto. Y no sé cómo podrá Navracsics apoyar los valores de la Unión Europea en la Comisión. Cultura no es un área técnica -por más que Ciudadanía no quede en su ámbito de actuación-, es estrictamente política y a su responsable le corresponderá representar a nuestra Unión en muchos eventos internacionales en los que el prestigio de nuestro proyecto común quedará en entredicho. ¿Qué suerte le deparará a la "cultura de la libertad de expresión", connatural a los valores europeos, cuando el gobierno del que proviene Navracsics utiliza la imposición fiscal para reducir al silencio a los que se oponen a su política, e incluso ha llegado hasta a querer privar del acceso a Internet a sus ciudadanos?
La trayectoria de la gente no empieza desde cero, no empieza a contar el tiempo cuando estos llegan a desempeñar un cargo, hay que estar a lo que dice la historia de sus actuaciones en los cargos que les precedieron. Por eso no le ofrecí a Navracsics el beneficio de la duda. Quizás porque, como dice el refrán español, "la cabra siempre tira al monte".
En todo caso, definitivamente al frente de esa cartera, espero equivocarme.