Según el informe del Banco Santander, el próximo año ya no habrá espacio para que el sector público chileno sea el sostén de la economía, "porque la política monetaria se agota y las cuentas fiscales se estrechan". El grupo financiero puso en duda que el gobierno cumpla con su promesa de la meta fiscal de equilibrio estructural para 2018.
"Prevemos que se pospondrá un par de años", subrayó Banco Santander, que ajustó a la baja su previsión de crecimiento para el país. Sus proyecciones son que la economía chilena se expandirá 2,2 por ciento en 2015 y 2,4 por ciento el próximo año. En junio pasado, Banco Santander previó un crecimiento del producto interno bruto (PIB) chileno de 2,7 por ciento en 2015.
Correa dijo que el ajuste se debe a factores internos como la caída de la demanda y el consumo, y a la incertidumbre por la desaceleración de la economía internacional. Aseguró que el país "está a punto de perder el grado de inversión"y que su recuperación económica será más lenta de lo esperado.
Mencionó, como uno de los motivos de la desaceleración, el freno de la demanda interna, que este año solo aumentará 1,6 por ciento, mientras que en 2016 se incrementará 2 por ciento. El economista auguró que la tasa de desempleo caerá, al calcular que cerrará el año con una tasa de 6,6 por ciento, frente al 6,4 por ciento de 2014, y que el año que viene aumentará hasta 7 por ciento.
La inflación puede finalizar el año en 4,6 por ciento, por encima del rango meta de 2 a 4 por ciento fijado por el Banco Central de Chile, mientras que en 2016 quedará en 3,5 por ciento ,según el informe del Santander Chile. Además prevé que el dólar seguirá apreciándose y terminará 2015 con una cotización de 715 pesos chilenos, para bajar a 675 pesos por dólar en 2016.
El Banco Central está en una situación compleja con respecto al tipo de cambio y el próximo Informe de Política Monetaria será clave para conocer si tiene intenciones de intervenir con medidas financieras. Según el instituto emisor, las intervenciones del Banco Central por depreciaciones cambiarias "son poco frecuentes".
"Estamos lejos de los niveles de la última venta de dólares por parte del Banco Central", agregó. En cuanto al cobre, el principal producto de exportación del país, el economista dio por terminado el "superciclo" de la última década, cuando la demanda se incrementó de manera explosiva y elevó los precios.
No obstante, el informe arrojó que el fin de ciclo no significa que la demanda no siga creciendo ni que las exportaciones desde Chile se desplomen, ante lo cual pronosticó un alza del precio hasta tres dólares por libra en el mediano plazo. La salida de capitales que experimenta Brasil se traduce en una depreciación cambiaria en Chile y en el resto de América Latina y mayor presión en la inflación, explicó. Hace dos días el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, afirmó que Chile "está muy bien preparado" para enfrentar los vientos en contra de la economía, con una economía sana y sin déficit externo. Puntualizó que el país "tiene un mercado financiero muy sólido" y una institucionalidad que permite que el tipo de cambio se mueva, lo cual permite a la economía nacional adaptarse a las nuevas condiciones y tener amplia liquidez para enfrentar la situación.