MONTAJES Y REALIDAD
El embeleco de los refugiados
· Por Luis Sánchez de Movellán, Doctor en Derecho y Director de la Vniversitas Senioribvs CEU
By Luis Sánchez de Movellán
miércoles 23 de septiembre de 2015, 08:46h
La prensa europea no para de pulsar la cuerda emotiva de sus ciudadanos difundiendo sospechosas fotos de un niño ahogado y publicando lacrimosos reportajes sobre multitudes errantes que cruzan a pie los países de los Balcanes y Centroeuropa. Son imágenes manipuladas que favorecen los intereses de la patronal alemana y de la OTAN, pero que no reflejan la verdad del asunto e intentan empujar a los europeos por la senda de la compasión y de la mala conciencia. Una ola de emoción está recorriendo Europa, después de largos años de indiferencia de la opinión pública europea. El cambio se debe a la aparición de una fotografía que muestra solamente la parte izquierda de la misma y en la que se muestra el cadáver de un niño ahogado, depositado por las olas en una playa turca y en una posición extraña. La manipulación de la imagen es verdaderamente sorprendente, ya que si se observa la fotografía original se contempla a un fotógrafo turco de uniforme con la cámara en la mano y a unos bañistas al fondo de la foto. La sospecha de montaje queda servida.
No solamente casi todos los diarios han publicado la misma fotografía manipulada, sino que la televisión ha emitido ad nauseam multitud de reportajes sobre el éxodo de presuntos sirios, a pie, a través de los Balcanes. Los medios de comunicación europeos se centraron especialmente en el paso de los refugiados por Hungría, país cuestionado por la construcción de una inútil valla y por las declaraciones de su primer ministro, Viktor Orban. Las decisiones contradictorias del Gobierno húngaro han hecho que las televisiones se hayan explayado en las filmaciones repetidas de multitud de emigrantes caminando por las vías férreas, por las autopistas o tomando al asalto los ferrocarriles.
Desde el inicio de la mal llamada primavera árabe de 2011, el número de personas que tratan de cruzar el Mediterráneo y de entrar en el “paraíso” europeo ha aumentado exponencialmente, suponiendo en 2014 la cifra de 626.000 personas. Más de dos tercios de estos emigrantes son hombres de entre 18 y 34 años, según sus propias declaraciones, por tanto en edad militar. Y contrariamente a la idea que están divulgando los mass media, menos de un tercio son refugiados provenientes de zonas de guerra. Sólo un 20% son sirios, un 7% afganos y un 3% son iraquíes. O sea, los otros dos tercios no provienen de países en guerra y son principalmente migrantes por razones simplemente económicas.
Los pobres están abandonando masivamente sus países para probar suerte en los países ricos en correspondencia, no lo olvidemos, con el orden postcolonial y con la lógica de la globalización. Este fenómeno, que había decaído entre 1992 y 2006, ha vuelto a reactivarse y ahora va en aumento. Pero lo cierto es que actualmente equivale a un 0,12% anual de la población europea, lo que manejado correctamente y lejos de alarmismos infundados, no representa a corto plazo ningún peligro para la bien pensante Europa.
Mientras el flujo de migrantes despierta inquietud en los ciudadanos europeos, el Presidente de la Confederación de la Industria Alemana (Bundesverband der Deutschen Industrie), Ulrich Grillo, escondía sibilinamente sus intereses tras una fachada de “buenismo” maloliente: “Somos desde hace mucho un país de inmigración y debemos seguir siéndolo. Como país próspero y también por amor cristiano al prójimo, nuestro país debería permitirse a sí mismo acoger más refugiados”.
Es un discurso que retoma exactamente los mismos argumentos que dieron los empresarios franceses en 1970. Otra consideración a tener en cuenta es que hoy en día la población europea dispone de cierto nivel de educación y de calificación, algo de lo que carecen la mayoría de los migrantes, que estarían más dispuestos a aceptar ciertos tipos de empleos que los europeos rechazan. Y no olvidemos que la llegada de mano de obra no cualificada y dispuesta a aceptar condiciones de vida inferiores a las de los europeos suscitó en el pasado tensiones en el mercado laboral de Europa.
Hay que estar alerta pues hay muchos intereses para que la invasión de Europa por oleadas de “refugiados” se pueda convertir en una amenaza real y en una desestabilización económica y política de la Unión Europea. El hecho de que las campañas orquestadas de prensa estén presentando a todos los emigrantes como refugiados que huyen de zonas de guerra y la insistencia en presentar a todos ellos como sirios, hace pensar que determinados poderes en la sombra (o por lo menos en la penumbra) estén preparando el debilitamiento de la vieja Europa ¡Estemos alerta y no bajemos la guardia!
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Últimos comentarios de los lectores (1)
1129 | Jaime - 20/09/2015 @ 21:50:31 (GMT+1)
Querido Luis, sean o no ciertas las imágenes del niño sirio Aylan Kurdi, o de los cientos, sino miles, de niños fallecidos en este éxodo tremendo sin precedentes, hay dos hechos innegables: las guerras de Siria, Irak y Libia son de una crueldad desconocida hasta hoy con asesinatos por miles, violaciones, trafico de órganos humanos, decapitaciones filmadas....¿exagero? y, segun los datos de ACNUR en 2014 había 59,5 millones de refugiados, y esto no hace más que aumentar. No es el sitio, pero te daría muchas razones para acoger a esta pobre gente. Huyan de la guerra, del terror, del hambre o de la persecución religiosa (que tambien se da y mucho). Otra cosa es como acabar con la guerra, el terror y el hambre.
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