KAZAJSTÁN ES LÍDER EN RESERVAS DE URANIO
Un ejemplo en materia de desarme y no proliferación nuclear
· Por Miguel García
sábado 14 de mayo de 2016, 08:41h
Rusia y Estados Unidos anunciaron su disponibilidad a negociar la reducción de sus potenciales nucleares. Los principales rivales geopolíticos, cuyas armas nucleares siempre han sido una herramienta importante para la contención, evidentemente entienden que las en actuales condiciones, cuando son muchas las amenazas para la seguridad internacional, el átomo ha de ser solamente pacífico. En estos momentos en el mundo hay tantas armas nucleares que serían suficientes para destruir todo el planeta varias veces. Una bomba nuclear puede en unos segundos borrar una ciudad con millones de habitantes. Por eso la cuestión de desarme es tan esencial ahora, cuando las armas pueden acabar en las manos de los terroristas. Y eso lo entiende todo el mundo. Justo esa es la razón por qué la Cumbre de la seguridad nuclear en Washington reunió a casi cincuenta líderes mundiales. El primer presidente que tomó la palabra en aquel foro fue el presidente de Kazajstán. Este país hoy demuestra a los demás como hay que utilizar el potencial del átomo.
Kazajstán es el líder global en la extracción y reservas de uranio que puede ser la base para el arma nuclear. Pero en el caso de Kazajstán la comunidad internacional no tiene ninguna preocupación. En su historia, para el país ha sido el propietario el asunto de las armas nucleares. Después de la caída de la URSS poseía el cuarto arsenal más grande del mundo. Pero Kazajstán lo rechazó voluntariamente. Aunque contaba tanto con los especialistas como con la necesaria infraestructura militar. Pero el presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, pensó tanto entonces como ahora, que las verdaderas garantías de la seguridad de cualquier país vienen del desarrollo social y económico sostenible y no del "botón rojo".
Cabe admitir que la práctica mundial ya ha demostrado que esa postura era correcta. La posesión del arma nuclear no ayuda a evitar los conflictos. Tampoco ayuda en caso de los conflictos étnicos y del terrorismo. Así, el potencial nuclear no garantizó la seguridad en Paquistán, el país que desde hace casi 18 años forma parte del "club nuclear". El nivel de la amenaza del terrorismo ahí es altísimo. Paquistán, junto a Iraq y Afganistán, es líder en el número de los ataques. El más reciente fue el 27 del marzo en Lahor, cuando murieron 70 personas, alrededor de 300 fueron heridos. La mayoría fueron mujeres y niños. Los terroristas organizaron la explosión cerca del parque infantil. El primer ministro paquistaní, Navaz Sharif, canceló su participación en la Cumbre en Washington, aunque le esperasen ahí. Paquistán, que posee un potencial nuclear enorme, rechaza participar en los tratados internacionales importantes en el área del átomo. Por ejemplo, Paquistán, como India e Israel, ha rechazado a firmar el Tratado de no proliferación nuclear. Parece que en Islamabad todavía no se dan cuenta de que en las actuales condiciones tener el arma nuclear para un país es más bien un peligro que una seguridad. Sobre todo cuando la amenaza del terrorismo alcanza estos niveles. De la amenaza por utilización de las armas masivas de destrucción y de que esa amenaza hoy se convierte en una realidad exigiendo actuaciones concretas por parte de los líderes mundiales habló el presidente kazajo en la Cumbre en Washington. Además Nursultan Nazarbayev habló de su idea de crear una red global de la lucha contra el terrorismo. La primera vez esa idea fue proclamada el septiembre pasado en la plataforma de la ONU. Antes de los ataques en Paris y Bruselas. Pero solo después de los ataques sangrantes en el centro de Europa los demás líderes empezaron a hablar sobre la necesidad de hacer la coalición.
En su discurso Nursultan Nazarbayev propuso un nuevo paradigma en materia de seguridad nuclear que supone un rechazo del antiguo sistema. Su funcionamiento está regulado por la multitud de los actos en el área del átomo que no actúan a fondo. Nazarbayev propuso unirlos en un solo documento- el nuevo tratado universal sobre la total y general destrucción y no proliferación nuclear. Este tratado podría acabar con "dobles estándares" y garantizar unos mecanismos de sanciones que actuasen contra los violadores. Además, oficialmente Astana propone prevenir el proceso de la creación de las armas nucleares y prohibir el uso de las invenciones científicas que puedan facilitarlo.
Cabe destacar que Kazajstán no exhorta a un rechazo completo del átomo. Al contrario, Astana apoya activamente el desarrollo de la energía nuclear como materia importante para el abastecimiento enérgico mundial. Hoy un poco menos de un tercio de la población no tiene el acceso a las energías. Pero las necesidades del planeta cada vez son mayores y se espera que dentro de 20 años el consumo de energías se doblará. Por eso el progreso en el área de la energía nuclear es un factor esencial para el sostenible desarrollo global.
Lo entienden en Astana y ya han realizado una iniciativa que proveerá la energía nuclear con el combustible necesario - el uranio poco enriquecido. Sin tener miedo de que algún país sobrepase el límite empezando a enriquecer la mena hasta que se utilizase para la creación de las armas. Con este motivo Kazajstán acordó instalar en su territorio el primer banco en el mundo de uranio poco enriquecido de la Organización Internacional de la energía atómica. En el futuro cualquier país que quisiera utilizar energía nuclear con fines pacíficos podrán aprovechar de sus recursos. No necesitarán elaborar y crear las instalaciones de enriquecimiento.
En este contexto te das cuenta de que cuando en el arena internacional a Kazajstán le llaman el ejemplo en materia de desarme y no proliferación nuclear, no son solo palabras bonitas. Son palabras apoyadas por las acciones que Kazajstán lleva a cabo durante los últimos 25 años. El país que después del colapso de la URSS fue uno de los centros de la amenaza nuclear se ha convertido en el centro global de la seguridad y desarrollo pacífico del átomo.