Las becas ERASMUS son una ayuda económica para estudiar en el extranjero o hacer prácticas sin excesivos problemas. La ventaja del sistema es facilitar la movilidad académica de los estudiantes universitarios, permitiéndoles ir a estudiar a otro país, con otra lengua, y reconociendo los estudios y cualificaciones en toda la Unión Europea sin problema de convalidaciones, papeleos o trámites. El ERASMUS significa poder a acceder a un complemento de la formación, pudiendo estudiar, ver y vivir otros aspectos durante un corto espacio en el extranjero y volver. Después a ritmo normal, integrar todo lo aprendido, todo lo vivido y mejorar ellos, y su entorno, con esos conocimientos adquiridos, ajenos a nuestra práctica, al modo de estudiar, trabajar y producir en este país.
La Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad propone una adaptación del ERASMUS al interior del país, para estudiantes de entre 14 y 18 años.
Como primera aproximación, deberíamos decir que en España todos los planes de estudios son iguales o, en todo caso, deberían serlo.
Debe llamarse la atención acerca de esa pretensión de sacar de casa a un adolescente de 14 años para que estudie en otra provincia pues, en muchos casos, constituirá un factor de riesgo. Se trata de una edad complicada. Cambiar sus coordenadas y referencias espaciales, temporales y personales; amigos, conocidos y familiares; en general, no parece muy aconsejable.
Es de suponer que antes de proponer la instauración de semejante cambio a la totalidad de la juventud o a una buena parte de ella, se hayan previsto todos los eventuales riesgos o consecuencias como, por ejemplo, que se incite a un chico de 15 años a un botellón en una ciudad donde es nuevo y no tiene ningún conocido, que comenzará a la una de la madrugada en el parque de al lado del cementerio…y posiblemente irá para hacer sus primeros amigos.
Se plantea el problema de quien será el responsable de la custodia del menor y qué medios ha previsto la Ministra que pretende introducir este cambio social para que los padres puedan seguir ejerciendo la patria potestad.
Así, por encima se me ocurre preguntar quién y cómo se elegirá el médico que puede necesitar el adolescente… y cómo y quién firmará las autorizaciones médicas urgentes y necesarias cuando no se puede avisar, informar y proporcionar los elementos de juicio necesarios a un progenitor que se encuentra a 500 Km. de distancia y el menor a ingresado en urgencias, con una urgencia de verdad.
Si continuásemos analizando este proyecto, veremos que se propone una emancipación parcial de hecho para los menores. Digo emancipación porque el menor, con sólo14 años, pasará a decidir sobre casi todos los aspectos de su vida. Y es parcial porque sus padres deberán continuar pagando sus gastos e indemnizando a quien corresponda por los actos de su hijo si, por ejemplo, rompe un cristal u otra cosa más valiosa o algo más grave.
Las preguntas que surgen son inmediatas:
¿Queremos una emancipación de hecho para un niño de 14 años, agravada con la falta de obligaciones y responsabilidades, dado que los responsables civiles y los obligados a mantenerle seguirán siendo sus padres?
¿Es buena la libertad sin responsabilidad y tirando de chequera ajena para un menor de 14 años?
Debemos recordar que la edad de emancipación en España es de 16 años.
Cabe la posibilidad de que el Estado tenga previsto organizar residencias, más o menos cerradas (internados) dado que son menores, que necesitan ayuda, un cierto control y mucho apoyo pero ¡Eso no es el espíritu de ERASMUS pensado para mayores de 18 años, personas jóvenes que acaban de alcanzar la mayoría de edad, con ganas, derecho y necesidad de explorar, experimentar y probar.
Por último, y no menos importante, es constatar las costumbre de los últimos años de meterse en la casa del vecino, asumir sus competencias y gastar dinero público en lo que no corresponde. Tenemos, por ejemplo, a la Alcaldesa de la ciudad X, hablando y dictaminando sobre lo que tiene que hacer el pueblo de al lado, la Comunidad o el Estado.
Ahora, propone organizar el “CERVANTES” ese “pequeño ERASMUS” la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (que no es educación).
Sin entrar en muchas discusiones:
-El sistema educativo corresponde al Ministerio de Educación, como su propio nombre indica.
-El ERASMUS corresponde al Ministerio de Educación, luego un “pequeño ERASMUS” también le correspondería a Educación.
No se entienden estas “salidas” de competencias, con un aumento de gasto en cuestiones que no son de su Ministerio.
Tal vez tengan razón, algunos malpensados, que dicen; ... es la solución del Gobierno para evitar choques en Cataluña. A quien pretenda ejercer el derecho de su hijo a estudiar en castellano: le pagamos el traslado del niño a Sevilla...
No contará con el apoyo de sus padres, los padres perderán el contacto con el hijo que, posiblemente, se encuentre desorientado, en situación de riesgo durante una edad problemática pero no debemos olvidar que, puede solucionarle muchos problemas al Gobierno, a costa de un mayor gasto y, probablemente, perdiendo a parte de una generación por culpa de los experimentos sin reflexión previa.
Pero lo importante es lo importante, y antes que los padres, los menores o el mayor gasto en una economía de recortes, lo primero es lo primero, y si esto proporciona tranquilidad a Gobierno, un gobierno tranquilo y sin problemas asegura una buena marcha de la sociedad y la economía… ¿o esto era solo para los Bancos? … Es que con tantos eslóganes en el telediario. ¡Perdón, textos de las noticias! Y que escribo de noche, como decía el anuncio “la noche me confunde”.
Pero no podemos olvidar que estamos en un país moderno, europeo y democrático y todo lo que ocurre es lo que mejor que puede suceder por el bien de la sociedad.
Como decía un amigo, un buen año, y que sea dulce.