Ahorrar, lo que se dice ahorrar, se ha hecho siempre, aunque con matices. La cultura del ahorro en nuestro país ha reseguido distintos senderos hasta llegar a su forma actual: es decir, de pasar de ser concebido como un método infalible de gestión económica doméstica o de resultar casi invisible en la época de vacas gordas ha llegado a un estado, el actual, que se erige como un híbrido de las dos filosofías anteriores. Y es que el ahorro genera ahora más consciencia que nunca entre los ciudadanos. Ya no se trata sólo de ahorrar para prevenir, sino que cada vez son más los que se preguntan los distintos porqués que contiene una estrategia ahorrativa. Y es aquí, precisamente, donde aparecen las (razonables) dudas.
Existen, también, multitud de productos relativos a los planes de ahorro. Y dentro de este segmento, una de las herramientas de notoriedad más creciente son los seguros de ahorro, un elemento que ha ido evolucionando hasta convertirse en un modelo cada vez más bien valorado y utilizado para los usuarios.
En este sentido, a día de hoy hay un amplio abanico de seguros de ahorros distintos que ha ido creciendo de manera exponencial. ¿El resultado? Un amplio catálogo a través del cual el cliente puede llegar a encontrar, incluso, rentabilidades superiores a las que se obtienen mediante otros productos de ahorro garantizados. Pero aunque sus puntos fuertes son evidentes, todavía son muchos los que desconocen su figura. Es por eso que siempre resulta útil navegar por espacios como www.psn.es, una plataforma que explica y detalla de manera amena y completa cuáles son los principales productos para poner a buen recaudo los ingresos del futuro.
Ahora bien, antes de proceder a cualquier tipo de decisión resulta imprescindible dominar el contexto. Para conseguirlo, primero hace falta saber a qué nos referimos cuando hablamos de los seguros de ahorro. Para describirlo, solamente hace falta observar la gradual relevancia que han obtenido con el tiempo las aseguradoras en el mercado del ahorro: con productos cada vez más flexibles y competitivos, los distintos seguros de ahorro (desde los tradicionales hasta los Planes de Previsión Asegurados (PPA) o los Planes Individuales de Ahorro Sistémico (PIAS)) han ido adquiriendo transcendencia a través de unos puntos fuertes que engloban, entre muchas otras características, la libertad testamentaria, la seguridad de los inversores y una óptima relación ente rentabilidad y riesgo.
Eso hace que los principales expertos los sitúen como una de las opciones preferenciales hoy en día para los ciudadanos. Y esto no es de extrañar, por otro lado, puesto que su influencia abarca todo tipo de perfiles: desde los jóvenes profesionales universitarios hasta los planes destinados a garantizar la formación académica de los hijos, los que apuestan por una jubilación con destacas ventajas fiscales o los que te brindan una renta mensual a cambio de una aportación económica inicial.
Liquidez media
Otra de las características más remarcables que ofrecen es la liquidez media de sus distintos productos. Es decir, con los seguros de ahorro a partir de los dos años, como período de tiempo máximo, el cliente ya puede disponer del dinero. Aunque por ley el plazo máximo son dos años, un gran número de los seguros de ahorro fijan un plazo más bajo para poder disponer del dinero.