Pegatinas en los portales de las comunidades, enlaces de internet en los que se venden puertas baratas o anuncios en los que se ofrecen servicios de cerrajería a precios irrisorios han hecho que esta comunidad profesional alerte de los peligros que se esconden tras estos ganchos y que intenten crear un marco regulatorio que garantice la seguridad de los usuarios.
Una situación a evitar
La Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES) ha alertado del aumento de fraudes relacionados con la sustitución y reparación de cerraduras privadas. La situación no debe resultar extraña a nadie: se ofertan servicios profesionales a precios muy bajos que hacen imposible la competencia o se venden cerraduras fáciles de manipular por cualquier interesado.
La consecuencia es que el número de invasiones de hogares ha aumentado significativamente. En muchos casos, los ladrones pertenecen a grupos organizados que usan los servicios de cerrajería como gancho.
Esto hace imposible detener el allanamiento, ya que o bien las cerraduras instaladas son de ínfima calidad o bien el supuesto cerrajero se ha quedado con una copia de las llaves para hacer que la invasión sea más sencilla.
Los cerrajeros proponen soluciones
Lo que se está intentando desde el gremio de cerrajeros profesionales es crear unas condiciones legales y regulativas que impidan este tipo de prácticas. Las propuestas de la UCES tienen el objetivo de crear un marco legislativo y laboral en el que cada cerrajero que desarrolle su tarea en un área concreta deba contar con una serie de permisos, identificaciones y distintivos que hagan que los clientes no puedan llevarse a engaño sobre su situación.
Llama especialmente la atención la creación de una identificación amparada por organismos oficiales para cada profesional de la cerrajería. Esto haría posible identificar a los posibles impostores solicitando simplemente sus credenciales e investigando cómodamente sobre los datos ofrecidos.
La medida, que no deja de ser simple y fácil de llevar a la práctica, promete solucionar una condición de inseguridad en la que los principales afectados son los clientes de esos supuestos servicios de cerrajería que han visto como su negocio o su hogar ha sido visitado de forma inesperada y poco agradable.
En definitiva, los cerrajeros se han decidido a terminar con el intrusismo en una profesión en la que se pone en riesgo la seguridad de los clientes y de sus posesiones privadas, una situación que podría terminar rápidamente si se atiende a las medidas propuestas por UCES.
Fuente: www.reparacioneszaragoza.es/cerrajeros