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¿CÓMO ATENDER LOS GASTOS INESPERADOS?

Evolución de los créditos rápidos durante 2018

Evolución de los créditos rápidos durante 2018
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· Disponer de dinero “extra” no siempre es posible

martes 29 de mayo de 2018, 08:33h
Los créditos rápidos han llegado hace relativamente poco y, por lo que parece, lo han hecho para quedarse. Las ventajas de pedir créditos rápidos son, sin duda, el motivo principal de su éxito entre los usuarios, un hecho que explica también su proliferación en los últimos años. Atrás quedaron los préstamos personales que implicaban numerosas condiciones y restricciones. Antes de la crisis económica, los españoles acostumbraban solicitar un crédito bancario para hacer frente a la hipoteca de una vivienda, a la compra de un vehículo o, en general, para hacer una inversión a largo plazo. No obstante, las cosas han cambiado. Las dificultades económicas en el seno de las familias han ido aumentando en los últimos años y la necesidad de un préstamo ya no responde tanto a la adquisición de grandes bienes de consumo. Esto se debe a la disminución del poder adquisitivo y, en consecuencia, a los grandes obstáculos que las familias españolas encuentran para ahorrar.

¿Qué ocurre entonces cuando se produce un gasto inesperado? Una cañería que se rompe, una lavadora que deja de funcionar o un vehículo que se avería. Se trata de situaciones de la vida diaria que, sin implicar grandes cantidades de dinero, sí que quieren de ciertos ahorros para poder costearlos. Sin embargo, dada la coyuntura actual, disponer de dinero “extra” no siempre es posible.

Es precisamente en este contexto en el que han proliferado los préstamos rápidos, nacidos para dar respuestas a estas nuevas situaciones de urgencia. En internet podemos encontrar numerosas tipologías de los mismos, cada uno con sus particularidades. Sin embargo, existen una serie de características que comparten todos ellos, como por ejemplo:

  • Dinero rápido: la rapidez con la que se puede adquirir un crédito de este tipo es precisamente una de las características más identificativas y una de sus mayores ventajas. Desde que nuestra solicitud es admitida y aprobada, la persona interesada en el crédito solo tendrá que esperar 10 minutos aproximadamente para recibir en su cuenta bancaria la cuantía deseada. Por ello, se trata de una ventaja particularmente valorada en casos de urgencia.
  • Reducción de trámites: en los procesos de adquisición de créditos, la burocracia es a menudo un factor que genera largos periodos de espera. Sin embargo, en los créditos online los tiempos son más rápidos precisamente debido a la ausencia de trámites que hay que gestionar.
  • Tramitación de la solicitud: para solicitar un crédito de este tipo, simplemente tenemos que entrar en la plataforma web desde la que queremos tramitarlo. Por lo general, el siguiente paso consiste en rellenar un formulario con datos personales. Por lo tanto, el proceso no suele durar más de un par de minutos. Es en este momento en el que debemos indicar también la cuantía que queremos solicitar y se nos indican los plazos con los que deberemos cumplir.
  • Sin papeleo: al realizarse por internet, podemos entregar la documentación necesaria en formato digital. Además, esta es casi inexistente ya que en la mayoría de los casos será suficiente con una copia escaneada de nuestro DNI. Por otra parte, el hecho de realizar los trámites por vía telemática nos permite hacerlo a cualquier hora y cualquier día de la semana.
  • Sin pagos extra: a diferencia de los llamados créditos tradicionales, los créditos rápidos no exigen el pago de comisiones de apertura, ni otro tipo de cuantías extra.
  • Sin compromisos: otra de las novedades y ventajas que presentan es el hecho de no exigir un aval. Independientemente de cuales sean nuestros ingresos, los créditos online no requieren del papel de esta persona. Tampoco tendremos que hacer entrega de nuestras nóminas.
  • Con total confidencialidad: en general, cuando pedimos un crédito bancario nos vemos obligados a explicar el motivo de tal solicitud, al igual que el destino de dicha suma. En el caso de los créditos rápidos no tendremos que justificar ni por qué ni para qué pedimos el dinero.
  • La cuantía exacta: cuando solicitamos un crédito rápido, tenemos la posibilidad de indicar la cantidad exacta que queremos pedir. Por lo general, estos créditos pretenden dar respuesta a familias que se ven enfrentadas a una situación inesperada que implica pequeñas sumas de dinero. Por eso, lo más frecuente es que el abanico de posibilidades abarque desde los 50 euros a los 10.000 euros. No se trata de inversiones a largo plazo, sino de urgencia y a muy corto plazo.
  • Plazo de devolución e intereses: desde el primer momento, cuando introducimos nuestros datos y la cantidad de dinero que necesitamos, la plataforma de nuestro crédito nos indica cuál será el periodo de devolución y los intereses con los que debemos contar para que estemos informados en todo momento. Además, si el plazo de devolución no nos convence o los intereses que implican, podremos cambiar la cantidad que queremos solicitar para que se adecúe a nuestras necesidades. En definitiva, en función de nuestra situación, podemos decidir los plazos con los que queremos gestionar la devolución.

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