El programa da la posibilidad de establecer diversos filtros para llegar a obtener el porcentaje de posible plagio. La empresa Plagscan solicitó a Moncloa el informe elaborado para ver cómo lo habían configurado, pero no recibieron respuesta. Por ello hicieron su propio análisis «Tuvimos acceso a la tesis de Pedro Sánchez, y en nuestro reporte, utilizando nuestras configuraciones estándar, nos ha generado un porcentaje del 21%, valor considerablemente superior a los 0,96% que dice el Gobierno».
En función de estos datos, el PP ha exigido a Sánchez que pida perdón a los medios de comunicación a los cuales amenazó con llevar a la justicia por haber señalado la posible existencia de plagio en la tesis doctoral de Sánchez. Y no sólo eso. El PP ha anunciado que va a pedir la comparecencia de Sánchez para hablar de su doctorado en el Senado, en el que cuenta con mayoría absoluta. ¿Enfriará todo esto la pasión del Presidente Sánchez por el máster de Casado, presidente de la oposición?
Todo ello nos debe llevar a pensar que lo mejor es no achicarse. ¿Qué hubiera pasado en el famoso debate electoral de Sánchez con Rajoy, si este atacado y cuestionado por el tema Gurtel hubiera contratacado con los ERE? Nunca lo sabremos, pero la verdad se habría visto beneficiada. La política española debe ya quitarse de encima el pus de la demagogia. Ya es hora de que toda la verdad, la de todas las partes, se sepa y se diga. La mejor forma no es callar ante la demagogia sino enfrentarse a ella. Estos temas del máster, doctorado y currículos, en el fondo no son más que minucias, pero dan la oportunidad de entrar también en temas más importantes, en las heridas mal cerradas de la política española y, en particular, en ese tema tan sucio, tan mal enfocado, tan sesgado, como es el de la presunta Memoria Histórica. Que la pasión por la verdad no se enfríe, pero para que eso lleve a buen puerto hay que derrotar, sin cobardía, toda demagogia.