En la Sesión de Control al Gobierno, la Oposición del PP boxeaba en línea: Cabeza centrada. Estrategia agresiva. Y puños listos para aplicarse en la debilidad del Gobierno. Pero, tras unos asaltos, cuando el presidente del Gobierno boqueaba sin aire, sonó la campana. La campana Montserrat. Dolors Montserrat, portavoz del Grupo Parlamentario popular en el Congreso de los Diputados fue la campana salvadora. Llegó a la portavocía de la mano de Casado por su proximidad a Dolores de Cospedal. Con buena cabeza, es trabajadora y aplicada, dicen. Pero con un hándicap, en palabras de un navarro bondadoso, le puede el castellano. Piensa en catalán y cuando habla ha de traducir.
Pero, vayamos a la Sesión de Control. Tenía 21 asaltos en 19 Preguntas y 2 Interpelaciones Urgentes. En la Mesa se habían visto Contenidos y Orden de preguntas. Los contenidos fueron aprovechados por la mayoría PP-C's, pero en el orden permitieron la alternancia con quienes propiciaron el Gobierno. El reparto de preguntas fue: PP-9, Podemos-4, C’s-2 y PSOE, ERC, PNV y Grupo Mixto una cada uno. Además, dos Interpelaciones Urgentes de Podemos y PP. Las preguntas eran para: Presidente de Gobierno (3). Vicepresidenta (1). Ministra de Industria, Comercio y Turismo (2). Ministro de Asuntos Exteriores (2). Ministra de Justicia (3), Ministra de Defensa (1). Ministro de Interior (1). Ministra de Política Territorial y Función Pública (2). Ministra de Economía y Empresa (2). Y Ministra de Hacienda (2).
La estrategia la marcó el PP, al que, por la composición de la Cámara, le corresponden 9 preguntas. Podría usarlas para interpelar a 9 miembros del Gobierno. Pero interrogó a 7: Una a Presidente, Vicepresidenta, ministro de AA. EE., ministras de Defensa, Interior y Economía; y 3 a la ministra de Justicia. Dejaba libres a los demás. Con ello, quedaba patente que la disputa principal se libraría frente a la ministra de Justicia a quien preguntaban las diputadas Romero Rodríguez, Escudero Berzal y Moro Almaraz.
La Sesión empezó con vapuleo de Casado al Presidente del Gobierno. A cuenta de los PGE, que lleva a Bruselas sin aprobar en la Cámara, aprovechó la ocasión para, además de lanzar directos al mentón exponiendo errores del gobierno, aplicar otros golpes: Manda a Iglesias a negociar con Junqueras en la cárcel y a Zapatero con Maduro a Venezuela. Panfleto partidista con besamanos a Podemos, Usted se ha convertido en un plagio de Zapatero. Pretende que le sigan pagando el alquiler de Moncloa.
Con el presidente ‘tocado’, siguió Rivera, que tomó a Sánchez por saco de entrenamiento y, en pregunta y réplica, se empleo en la zurra: Mandó (a Bruselas) un fraude. Mete un sablazo a los autónomos y a los conductores. Usted es un fraude. Iglesias va a la cárcel a hablar con Junqueras..., para estar un cuarto de hora más en La Moncloa. Yo le pido que convoque elecciones.
Sánchez, en vez de aportar razones, como frente a Casado, se dedicó a otra cosa: Subimos impuestos a los ricos... hace 10 años pedía un salario mínimo de 1.000 € y ahora no quiere 900.
Después, una pregunta de Rufián interesándose por transexuales y el colectivo LGTBI. Pero la suavidad y el tema no bastaron.
Seguía Montserrat frente a la Vicepresidenta. Y fue un alivio para el gobierno. Mezcló demasiados asuntos. Y lo hizo tan mal que llegó hasta el punto que no se puede rebasar en la actividad política, el ridículo. Nerviosa, fue entonando: Perfiles oficiales de ministerios para atacar a la Oposición. Abucheos a Sánchez. Prostitutas desconcertadas; Valerio dice que son un gol por la escuadra. Delgado es la máxima defensora de sus servicios. Socialistas andaluces frecuentan con dinero público la prostitución. Maxim Huerta perplejo, por una empresa instrumental lo mandaron a la luna; y Borrell, Celaá y Duque quedan en tierra. Montón no entiende, porque sólo plagió. Y quien plagió la tesis continúa vivito y huyendo del Senado. Desamparar al juez Llarena. Está descoordinada; y más Pedro Sánchez, que confunde lo público con lo privado, que no sabe cual es su sitio en el Gobierno, ni en un besamanos. Coordine Moncloa, Waterloo, la dacha de Galapagar y la herriko taberna.
Respondió la Vicepresidenta y el ridículo y la vergüenza entre populares se convirtieron en apoyos al Gobierno. El momento, que pudo ser decisivo, pasó con el tañido de la campana de Montserrat.
La Sesión siguió. García Hernández, diplomático, usando lo publicado sobre el ministro de Asuntos Exteriores en Abengoa y sus inversiones en ella, lo llevó contra las cuerdas: Usted está sancionado, ¿Lo sabía Sánchez antes de nombrarlo?. Dice que 9.000€ no es dinero en comparación con los 2.000.000€ que cobró. Aquí esto lleva a la inhabilitación según el Código de buenas Prácticas de CNMV. Pero no inhabilita para ser parte de este gobierno. Sánchez no le va a dejar caer, pero no debe ser escudo de un presidente al que no eligieron las urnas.
El ministro trató de defenderse: No he actuado con información privilegiada, Reconozco actuación no adecuada... No comparto la resolución de la CNMV, que no es firme. Cabe recurrir en alzada. Pero para ir a los tribunales, antes recurso de alzada y la anómala situación de que un ministro recurra ante un Gobierno del que forma parte. El abatimiento de Borrell entristecía. Estaba comprendiendo qué significa recurrir siendo parte del Gobierno.
Siguieron las preguntas a la ministra de Justicia. Primero Romero: Qué piensa de usar dinero público para pagar prostitución...En mi tierra, hay clientes que pagaban en prostíbulos con dinero público... Encima lo califican como actividad comercial. 3 tarjetas se usaron 43 veces en prostíbulos.
Después, Escudero: El ministerio no es suyo. Con ustedes y sus socios la democracia española está en peligro. Carece de reputación, ha perdido la credibilidad ante todo..., porque toda España la ha oído hablar con las cloacas del Estado, la ha oído llamar maricón a su compañero. La ha oído decir que prefiere tribunales de tíos a los de tías, y todos sabemos lo que opina sobre la explotación sexual. Deje de hacerse la víctima, deje de ser una niña enrabietada y empiece a ser una ministra del Gobierno de España.
Por último Moro. Relatando hechos gravísimos y haciendo el alegato más duro de la Legislatura: Desde que se hicieron públicas las grabaciones de Villarejo en la comida de 2009 a la que usted asistió, sabemos que quiere ocultar su relación con él. Sabemos de trapicheos para cambiar arbitrariamente policías de destino. Intercambio de confidencias sobre casos abiertos en la Audiencia Nacional. Su sórdida valoración de compañeros jueces. El supuesto conocimiento de delitos con menores o la anuencia ante la creación de una red de explotación social para la extorsión ¿Aún sostiene que no ha mentido? Claro que usted ha mentido. Reiteradamente. Con luz y taquígrafos, dentro y fuera de esta Cámara en la que el miércoles hizo de todo, salvo informar con transparencia. Claro que tuvo relación con Villarejo. Todos hemos conocido, aún a su pesar, la familiaridad de trato, el intercambio de información y actuaciones sobre las que usted estaba obligada a negarse y a denunciar. Quiere pasar página y pelillos a la mar, pero no es posible. Usted ha mentido atribuyendo delitos con menores a sus compañeros. O no ha ejercido su función de fiscal. Usted asintió, se regocijó y seguramente se aprovechó de la comisión de delitos de explotación sexual de la mujer cuando nada hizo tras las gozosas confesiones de Villarejo. ¿No puede entender que ya no es posible confiar en usted? ¿Cuántas veces se saltó la ley, ocultó, tergiverso, manipuló? ¿Encargó investigaciones trucadas?. Si esto fuera un caso y usted la fiscal, se abriría a sí misma una investigación. Usted, bajo su maquillaje de falsa progre y feminista, defiende que no hay igualdad porque las mujeres tenemos una ventaja indiscutible y porque prefiere a los tíos. Claro que mintió, señora ministra, y no cumplió con su obligación de promover la acción de la justicia y de defender la legalidad. En todo ello ha dilapidado confianza y credibilidad. Claro que ha tenido ademas una intervención vergonzosa para impedir la extradicción de Eligorría con los efectos vinculados a Pérez-Maura... Y siempre con los mismos actores Villarejo y Garzón... es víctima de sí misma... Preocúpese de pedir perdón a las víctimas por sus intervenciones.
La ministra, en vez de rebatir, como antes Sánchez, intentó dar golpes: Pretenden hacer una erosión al gobierno. Pretenden echar a este gobierno legítimo como sea. A ustedes, que se trabaje por la ciudadanía no les importa... Ustedes, simplemente, erosionar. Si viniesen aquí a hablar de otra cosa...
Siguieron las Preguntas restantes y las Interpelaciones Urgentes, que no añadirían mucho. Quedaron dos interrogantes ¿Aguantará en el Gobierno Pedro Sánchez? ¿Seguirá sonando la Campana de Montserrat?