El 31 de octubre es una fecha dedicada a los difuntos y con ella vienen de la mano los festejos y tradiciones que tienen la muerte como tema central. Su nombre puede variar, en unos sitios se la conoce como Día de todos los Santos, en otros como Día de los Difuntos y también se la conoce como Halloween. Es una fiesta ampliamente instaurada en los países anglosajones como Canadá, Estados Unidos, Irlanda o el Reino Unido y que, poco a poco, se ha extendido a países latinoamericanos y también a España. Sin embargo, ¿conocéis el origen de esta festividad? ¿Sabéis qué se celebra exactamente? Halloween me parece una fiesta muy interesante y os confesaré que me encanta celebrarlo. Lo reconozco, mi fascinación por Halloween proviene de mi estancia en los EEUU. Aunque no me negaréis que se trata de una festividad cada vez más extendida por todo el mundo. Acaso, ¿nunca os habéis disfrazado? Es más, ¿por casualidad alguno de vosotros ha caído en la tentación de adornar la casa? Yo sí y disfruto haciéndolo. Me gustaría empezar mi artículo explicando una historia cuyo origen no está claro, algunos defienden que procede de Irlanda y otros de Gran Bretaña.
Para aquellos interesados en esta festividad ahí va mi relato: Cuenta la leyenda que cada 31 de octubre a medianoche la línea que separa Nuestro mundo del Otro mundo se estrecha con lo que los espíritus, tanto los buenos como los malos aprovechan para regresar a Nuestro Mundo. De este modo durante la Noche de las Brujas las familias aprovechan para agasajar y homenajear a sus ancestros ya desparecidos y al mismo tiempo alejar a los malos espíritus. La mejor forma de ahuyentar a los malos espíritus es poniéndose máscaras y disfrazándose. Cuanto más terrorífico sea el disfraz mejor resultado dará. La idea es adoptar la misma forma que los espíritus perversos para de este modo evitar ser dañado por ellos. Sin embargo, existe un espíritu especialmente maléfico, el famoso Jack O´-Lantern.
Jack era un ladrón que consiguió atrapar con una mentira al Diablo y lo mantuvo encerrado en su bolsa junto a una cruz que anulaba todos sus poderes. Jack sólo accedió a liberar al Diablo cuando éste le prometió no llevarse su alma. Al morir Jack, puesto que no había llevado una buena vida no podía ir al cielo pero tampoco podía dirigirse al Infierno ya que el Diablo se había comprometido a no llevarse su alma. De este modo, Jack se quedó deambulando en el mundo de los vivos. Como Jack no podía ver por dónde iba el Diablo, a modo de burla, le lanzó una brasa que nunca se apagaba puesto que procedía del infierno. Jack tomó la brasa y la colocó en un nabo, una de sus comidas favoritas, que había ahuecado previamente para de este modo iluminar su camino.
Así pues Jack se puso a caminar por Nuestro mundo con su nabo a modo de linterna. De este modo pasó a ser conocido como Jack- O-´Lantern. Cada año Jack -O´-Lantern se dedica a deambular por pueblos y aldeas preguntando casa por casa: “¿Truco o trato?” Si os encontráis con él más os vale escoger “trato” ya que de lo contrario utilizará todos sus poderes para hacer “truco” lo que significa que maldecirá vuestra casa y a todos sus habitantes. Pero no os preocupéis, existe una forma de luchar contra este espíritu maligno: debéis poner en la puerta de vuestra casa calabazas con formas fantasmagóricas. Así evitaréis que el espíritu se acerque a ella. En Escocia e Irlanda la linterna de Jack es un nabo tallado con una cara terrorífica que se coloca en las ventanas o las puertas de las casas para ahuyentar a los malos espíritus. En Estados Unidos el nabo se ha cambiado por la tradicional calabaza. Ésta es la verdadera razón por la que las calabazas se han convertido en un elemento fundamental de la fiesta de Halloween.
Si bien es cierto que cuando pensamos en Halloween lo primero que nos viene a la cabeza es la tradicional calabaza tallada con caras fantasmagóricas, debéis saber que existen otras tradiciones vinculadas a esta festividad igualmente interesantes que forman parte del folklore de los países. Me gustaría centrarme sobre todo en la tradición mexicana. ¿Sabíais que la Unesco declaró en el 2008 el Día de los Difuntos de México como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad? La ceremonia estaba consagrada antiguamente a la Diosa Mictecacíhuatl, conocida también como la dama de la muerte y hoy en día se la conoce como Catrina. Esta dama toma todo su protagonismo los días 1 y 2 de noviembre.
El Día de todos los Muertos está plagado de simbología en México. Por un lado, las familias van a visitar a sus seres queridos al cementerio donde levantan altares improvisados para sus difuntos. También se colocan altares en las casas ya que se piensa que el 1 de noviembre vienen las almas de los niños fallecidos y el 2 de noviembre es el turno de las almas de los adultos. En los altares se coloca comida, bebida y juguetes para los niños. Del mismo modo, las velas también son un elemento clave de los altares. Se colocan cirios morados, preferiblemente un número par, con coronas y flores de cera. El altar también tendrá la foto del difunto o difuntos a los que se desea honrar y flores de cempasúchil de color amarillo que es el color de la muerte.
La gastronomía está muy vinculada a esta festividad. En México se consume pan de muerto que puede tener la forma de personajes conocidos o de esqueletos y está cubierto de azúcar blanca o roja y también las calaveras dulces que suelen llevar el nombre del difunto. En España tenemos los famosos huesos de santo, los panellets típicos de Cataluña, Aragón, las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana, las castañas, los boniatos y los buñuelos de viento. Cuenta la leyenda que cuando te comes un buñuelo salvas un alma del Purgatorio.
Como podéis comprobar existe una larga tradición y folklore en torno a la festividad del Día de los Difuntos. Dejando a un lado el carácter más comercial o consumista de esta celebración, lo más importante es que se trata de una fiesta en la que las familias se unen para rendir homenaje a todos sus seres queridos. Para mí es una fiesta muy entrañable, una oportunidad para acordarnos de forma muy especial de todos aquellos familiares y amigos que ya no están con nosotros.