Para los que poco o nada sepan sobre los edificios verdes, cabe destacar que son construcciones sostenibles que utilizan materiales naturales que reducen y optimizan al máximo el consumo de energía y de agua y que se integran en su entorno causando el menor impacto medioambiental posible. Además, deben ser respetuosas con el medio ambiente en todas sus etapas de construcción y suponen un elemento clave en las estrategias y políticas medioambientales encaminadas a reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Desde Kermal44 indican que las principales características de los edificios verdes son:
- Deben integrarse en el entorno en el que se ubican respetando al máximo el medio ambiente y causando las mínimas alteraciones.
- Debe evitarse el empleo de materiales tóxicos y contaminantes químicos como los compuestos orgánicos volátiles.
- Deben tener las mínimas necesidades de climatización y luz posibles, garantizando de esta manera un consumo mucho menor que en otro tipo de viviendas.
- Deben reutilizar el agua tantas veces como sea posible y para ello incorporarán sistemas de retención de agua de lluvia, grifería de bajo consumo, etc.
Por lo tanto, la construcción de este tipo de edificios comienza por la comprensión del entorno en el que será construida y termina en las personas que habitarán en ella.