Palomo Spain, la marca/personaje bajo el que se esconde Alejandro Palomo, fue la elegida por Rosalía para el diseño del estilismo que luce en su gira actual. Aunque puede que este diseñador fuese un desconocido para el gran público, no era ningún recién llegado y ya desde el arranque del primer concierto dejó constancia de su experiencia vistiendo estrellas y nos dejó un par de looks que no han parado de acaparar halagos.
El mundo recibió con entusiasmo el ya icónico vestido de tul con lentejuelas plateadas y flecos blancos, una presencia que se rompe con el rojo intenso de un dos piezas con la seda y los volantes como protagonistas. Para Palomo Spain supuso el reconocimiento de su obra por parte del mainstream y un espacio de visibilidad de valor incalculable de compartir portadas con una de las estrellas emergentes más prometedoras del panorama internacional.
El concepto de renovación del acervo cultural español y la reinterpretación de los espacios iconográficos tradicionales de nuestro país unen a estos dos artistas. En ambos casos, el sentido de lo propio queda de manifiesto, al igual que el uso del filtro de la modernidad para cribar el imaginario patrio. Se conocieron en París hace casi dos años, donde, confiesa el diseñador, la música de Rosalía le sirvió como fuente de inspiración, como apoyo en el proceso creativo. Su trabajo para la catalana está concebido desde el respeto y la admiración, y se percibe la ilusión que despierta en él la participación en un proyecto con su compatriota.
Aunque a muchos la propuesta de Palomo les pueda parecer en exceso transgresora para una artista que aspira al mainstream, cabe recordar la constante evolución de las modas en distintos sectores y cómo la sociedad ha ido integrando las novedades más extremas. Si nos fijamos en puntos tan distantes como la ropa y accesorios deportivos femeninos, el atuendo y la indumentaria de los jugadores de póker o incluso el estilismo de OT, vemos una evolución constante en lo que se considera la norma o etiqueta. El público ha interiorizado el cambio y tiene acceso a lo que se crea en todo el planeta. Y esto explica cómo un cordobés de Posadas ha sido capaz de globalizar lo local, combinar a Balenciaga con Galiano, para convertirlo en un éxito mundial.
A Palomo Spain le quedan todavía unos años para alcanzar la treintena, pero ya es de sobra conocido internacionalmente. Destaca su gusto por la transgresión y el exceso, algo de lo que la moda llevaba un tiempo necesitada, y tampoco renuncia a su condición de millenial. En este sentido, su historia, la de cómo alguien diferente alcanza sus fantasías, encaja a la perfección con el espíritu de su generación. De ser un ciudadano desconocido a convertirse en el responsable de algunos de los trajes de Beyoncé, Miley Cyrus y, ahora, Rosalía.
Comenzábamos el artículo refiriéndonos a su colección con Rosalía como un “reconocimiento de su obra”, y esto es así porque el auténtico punto de inflexión en su carrera se produjo cuando a Beyoncé le llegaron unos diseños suyos por medio de su equipo de estilistas. A la artista le gustaron tanto que se compró ocho looks. Esto podría haberse quedado aquí, pero un día un familiar le llamó para comentarle que había visto su diseño en una foto publicada por la propia Beyoncé, el recordado look en rosa y azul que llevaba el día que presentó a sus gemelos.
La osadía y sinceridad de este cordobés también está presente en sus declaraciones, repletas de compromiso y crítica. No es desconocida su opinión sobre la cultura de la moda española: la gente prefiere comprarse cinco piezas por 200 euros que invertir en ropa a largo plazo, sostiene. Según Palomo, estamos inmersos en una vorágine de consumo que valora sobremanera lo nuevo mientras ignora el detalle y la calidad. Desde luego, en su trabajo nadie le puede negar que estas dos características no estén presentes.
Si (
No(
