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ALIANZA ESTRATÉGICA QUE BENEFICIA A AMBOS

Kim y Putin refuerzan su posición hacia la desnuclearización de la península coreana
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Kim y Putin refuerzan su posición hacia la desnuclearización de la península coreana

· Por Santiago Castillo, periodista y director de www.asianortheast.com

By Santiago Castillo
domingo 05 de mayo de 2019, 09:05h
Kim Jong-un tiene muy claro que necesita aliados para defender su política iniciada en 2018 y ahora en su primer encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin, en la ciudad rusa de Vladivostok, ambos líderes han reforzado su posición hacia la desnuclearización de la península coreana aunque todo ello requiere garantías de seguridad para el régimen y un lento levantamiento de las sanciones que aún pesan sobre el país que lo ahogan económicamente. Dos meses después del fracaso de su segundo encuentro con el presidente estadounidense, Donald Trump, en Hanói, donde la parte estadounidense exigía que era imprescindible el desmantelamiento nuclear para retirar las sanciones, las cuales son vitales para llevar a cabo las reformas económicas del país, pero con Putin lo que se ha originado ha sido propiciar un camino que conduzca a enderezar las complicadas relaciones que mantienen Pyongyang y Washington tras el fiasco de la cumbre vietnamita y fomentar un nuevo diálogo con Rusia que favorezca a todas las partes.

Moscú defiende un diálogo con Pyongyang sobre la base de una hoja de ruta definida por China y Rusia, país que ya solicitó la retirada de las sanciones internacionales, unas sanciones que deben ir poco a poco eliminándose cuando se sabe que un total desmantelamiento nuclear necesita al menos años.

Además, es prácticamente seguro que Corea del Norte no va a dar marcha atrás en su nueva política de apertura, pese a su nuevo sistema de proyectiles para combate terrestre (nueva arma táctica guiada), cuya finalidad radica más en presionar a EEUU para que rebaje sus exigencias de cara a poder negociar un desarme gradual que ayude a reducir las sanciones que estrangulan cada vez más su economía.

Y lo mismo ocurre cuando se han detectados ciertas actividades en las principales instalaciones nucleares de Corea del Norte, que podrían estar relacionada con el reprocesamiento de material radiactivo para crear una bomba termobárica, pero volver a la política de tensión nuclear vivida en el pasado es harto difícil que vuelva a ocurrir.

El encuentro de Kim y Putin también ha servido para que el presidente ruso haya asegurado que "no hay secretos" ni "conspiraciones" ante EEUU por sus conversaciones con el líder norcoreano, Kim Jong-un, sobre la desnuclearización de la península coreana y, en especial, cuando Moscú y Washington comparten el interés en el desarme total de Corea del Norte.

“Acabamos de mantener una conversación bastante sustancial en privado. Hemos tenido la oportunidad de abordar la historia de las relaciones entre nuestros Estados, su estado actual y las perspectivas de su desarrollo”, indicó Putin, tras la reunión de casi dos horas que mantuvo con Kim.

Por su parte, el líder norcoreano indicó que la conversación con Putin ha sido “muy significativa”. “Acabamos de tener un intercambio de opiniones muy significativo sobre temas de interés mutuo”, resaltó, y al mismo tiempo aseguró que espera que el diálogo haya sido “en una clave útil y constructiva”.

Precisamente uno de los puntos clave del éxito del encuentro entre Kim y Putin ha sido tratar como otra alternativa, en caso de incrementarse las malas relaciones entre Washington y Pyongyang tras el fracaso de Hanói, la de retomar las conversaciones a seis bandas (las dos Coreas, Japón, EEUU, Rusia y China), las cuales se celebraron entre 2003 y 2008, encaminadas a detener su programa nuclear a cambio de reconocimiento diplomático, petróleo y otras partidas para suplir su falta de energía y ayuda humanitaria, pero están paralizadas desde ese último año.

También hay analistas que consideran que este encuentro entre Putin y Kim va a facilitar una tercera cumbre del líder norcoreano con Donald Trump, incluso a lo largo de 2019, pero Kim Jong-un ha demostrado que con su visita al presidente ruso su proceso político-nuclear es irreversible y no tiene marcha atrás salvo cualquier hecatombe imprevisible que pudiera darse en los próximos meses.

Además, la cita de Vladivostok también allanará un nuevo encuentro entre el líder norcoreano y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, quien mantiene la esperanza de que este encuentro con Putin haya servido para reactivar el diálogo sobre la desnuclearización.

Kim y Putin refuerzan su posición hacia la desnuclearización de la península coreana (y II)

Madrid. Lo que está claro que Kim quiere una desnuclearización gradual que vaya acompañada de un levantamiento progresivo de sanciones, una oferta que Washington rechazó en Vietnam, dado que defiende un "gran acuerdo" que pasa por eliminar todos los programas de armas norcoreanos, además del atómico, antes de relajar ninguna sanción, pero EEUU debe saber que el total desmantelamiento del programa nuclear son al menos diez años.

No obstante, Kim Jong-un cree que la situación en la península coreana depende de la "actitud" de Estados Unidos, país al que acusó de "mala fe" y resaltó que su régimen está preparado para cualquier "situación posible", pero para los analistas volver al periodo de tensiones y de pomposidad nuclear no arreglaría nada. Y, según la agencia norcoreana KCNA, Kim le dijo a Putin que EEUU mantuvo una posición "unilateral" durante la cita que tuvo con Donald Trump en Hanói y de ahí el fracaso de la misma que terminó sin resultados.

Putin gana protagonismo para influir en esta crisis nuclear norcoreana y apoyará a Kim en sus iniciativas que, por otra parte, Moscú coincide en bastantes puntos con EEUU, aunque no en lo relativo a las sanciones, en un encuentro que recuerda al efectuado por su padre, Kim Jong-il, cuando en 2011 se reunión con el entonces presidente ruso, Dimitri Medvedev, que también viajó en tren, de fabricación soviética y, según distintas fuentes, con los vagones modernizados en Japón.

Eso sí, los tiempos de las buenas relaciones comerciales de antaño entre Rusia y Corea del Norte ya no son lo que eran, de hecho China facilita el 90 por ciento de su comercio exterior, pero Moscú y Pyongyang no tienen grandes vínculos comerciales aunque Putin busca concesiones mineras en territorio norcoreano.

Kim Jong-un tampoco dejó en el tintero en su encuentro con Putin la situación de unos 11.000 norcoreanos que trabajaban en Rusia, pero que deberían abandonar el país antes de fin de año como consecuencia de las sanciones, una realidad que afectaría a las arcas del régimen, dado la fuente de ingresos que supone para Corea del Norte, cuya mano de obra proporciona unos 500 millones de euros al año en divisas.

Kim comenzó en 2018 una política impensable hace unos años, pero en poco tiempo se ha visto cuatro veces con el presidente chino, Xi Jinping; tres con el surcoreano, Moon Jae-in; dos con Trump, y ahora con Putin por primera vez, y sólo falta otro encuentro histórico con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, que lo viene reclamando desde hace tiempo para ganar algo de protagonismo ante la ofensiva diplomática de las otras partes.

En definitiva, un encuentro positivo para relanzar todo el proceso que se viene sucediendo en la península coreana y pese al fracaso de Hanói, pero tanto Putin como Kim buscan garantías de seguridad para Corea del Norte, respetándose la soberanía del país y así pueden iniciarse los mecanismos para una política de desnuclearización, lo cual, como dice el presidente ruso, es “posible”.

El régimen norcoreano sabe que ahora es un buen momento para avanzar en la desnuclearización y en programar el levantamiento de las sanciones, pero también sabe que esas garantías, como dice Moscú, deben tener base “jurídica” para evitar situaciones como las que se dieron en la caída de los líderes iraquí y libio, Sadam Huseín, y Muamar el Gadafi, respectivamente, de ahí que Pyongyang concluya que las armas nucleares eran y son la mejor garantía de la supervivencia del país.

La buena sintonía fue clave en el encuentro e incluso Putin señaló que Kim había pedido que se transmitiese a Donald Trump su posición sobre la solución a la crisis nuclear coreana, pero, en resumen, la nueva situación en la península coreana radica en una mayor confianza entre las partes, en una desnuclearización que desea el propio régimen y en el levantamiento paulatino de las sanciones, claves para las reformas económicas norcoreanas que dan más seguridad al país.

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