Se mire por dónde se le mire, lo acaecido en el Parlamento autonómico de la Cataluña hispana la semana pasada, es el mayor acto de rebeldía institucional y de traición constitucional habida en la Europa occidental desde 1945, y en España desde 1939. Es, con la verdad por delante, la mayor evidencia de Estado fallido en Europa desde decenios, si exceptuamos la alta traición (utilizamos el término desde el enfoque ético-político) del 1 de Octubre de 2017. Pero existe un hecho diferencial importante, y muy interpelante también para la Europa circundante, que lo hace más preocupante: el acto de traición institucional rebelde se hace con apoyo descarado y explícito al terrorismo, y al terrorismo como instrumento secesionista, atacando a las Instituciones democráticas del Estado. No olvidemos que los Gobiernos europeos aún tienen supurando las heridas de la OAS, la banda Baader Meinhoff o las brigadas rojas, entre otros. Por cierto, no es baladí que el mismo día que tal dislate acaeció, el Parlamento regional de Cataluña debatió estudiar la permanencia de íbero-cataluña en la U.E.?????!!!!! Pero no se fijen en el inmenso ridículo, sino en la extrema gravedad.
Sabíamos, era evidente, que la impunidad de los golpistas actuales, los que no están huídos o encarcelados ya no tenía límite (Por ejemplo, el no cumplimiento de las sentencias , en particular por Torra, es ya una rutina que hace superfluo acudir a la justicia, lo propio de un Estado fallido), pero el Gobierno se enfrenta a una nueva vuelta de tuerca de especial gravedad: solicitud de impunidad e inhibición ante el terrorismo. ¡Y que la propia solicitud quede impune! Probablemente esto último sea lo de consecuencias políticas más dañinas. No es de extrañar que nuestros vecinos se preocupen. La lenidad, casi complicidad, frente a los actos golpistas permanentes , hasta ahora suicidas, no debería extenderse frente al apoyo al terrorismo. Pero en España puede pasar cualquier cosa…. para desgracia de todos.
En este momento, las incertidumbres, las inseguridades, las angustias mismas, predominan absolutamente. Nos permitiremos terminar esta breve reflexión con lo que para nos es una seguridad, derivada de experiencia, enseñanzas sin excepciones de la Historia y consultas con académicos y políticos de real nivel. Cuánto más tarden en coger el toro por los cuernos y cesar la lenidad cómplice (¿aplicación de la Ley de Seguridad Nacional?) mayor dolor, sufrimiento y pérdida de libertad y prosperidad padeceremos todos. TODOS.
Si (
No(
