Un problema general
Los accidentes laborales suceden en todas las partes del mundo, y en los países de la Unión Europea ya concentran un porcentaje alarmante. Hay algo que es cierto: ahorrar en seguridad cuesta dinero, porque los precios a pagar cuando estos siniestros suceden son mucho más altos que emplear las inversiones necesarias en medidas de seguridad. No se trata de un coste cuando se habla de vidas humanas, aunque muchas veces desde el ámbito corporativo se perciba de esta manera.
Es un problema creer que los trabajadores pueden ser reemplazados y que, por ello, invertir en su protección no representa una urgencia, los números demuestran que es un asunto que debe ser revisado. A lo largo del 2018, fueron más de 25 mil accidentes laborales registrados únicamente en la comunidad de Castilla y León, siendo 43 de ellos mortales. En todo el país, los registros apuntan a más de quinientas fatalidades durante la jornada de trabajo, con un aumento porcentual de casi el 5% en relación al 2017.
De todas maneras, es cierto que muchas empresas han comenzado a advertir el carácter de urgencia en estos censos, implementando medidas de prevención, e incluso, siendo bonificadas por su baja siniestralidad. Al estar al mando de trabajadores, por pequeñas o grandes que sean, resulta responsabilidad de los empresarios demostrar un compromiso real con la seguridad en el área de trabajo, con los controles durante los horarios laborales y el registro de medidas que se toman durante el ejercicio de las tareas particularmente arriesgadas.
La intención detrás de las bonificaciones es dar visibilidad a la problemática e incentivar la prevención en las empresas pequeñas, grandes y medianas que todavía no han decidido apostar por estas medidas. En 2019 fueron premiadas más de cien, recibiendo reducciones de hasta un 10% en las cuotas. Afortunadamente, estos incentivos han modificado en gran medida la realidad durante los últimos años, ya que hace no mucho tiempo, eran tan sólo mil empresas las que habían implementado los planes necesarios.
Cómo prevenir los accidentes laborales
Conociendo las muchas consecuencias de los accidentes que suceden en espacio y horarios laborales, es necesario que no sólo los empresarios asuman su parte de responsabilidad, sino que además los trabajadores conozcan las medidas que deben tomar para poder cuidarse. Son muchas cuestiones las que deben ser contempladas tanto en el trato humano como en los planes de prevención.
En primer lugar, son los sectores administrativos, al igual que los miembros de las empresas, los que deben garantizar la realización de controles regulares. Es necesario efectuar evaluaciones de riesgo que determinen cómo de seguros son los espacios de trabajo y qué puestos se enfrentan a mayores riesgos.
En función de estas observaciones se deben establecer medidas que aseguren la vida de todos los trabajadores y la manera de implementarlas. Los aspectos que deben ser estudiados corresponden a los puestos de trabajo; las instalaciones y los espacios de trabajo; el transporte; los equipos; la probabilidad de incendios, explosiones o semejantes; y los trabajos en altura.
Además, es de suma relevancia que se le comunique a los trabajadores cuáles son los riesgos en los que se encuentran y cómo deben proceder para evitar cualquier tipo de accidente. Deben ser informados acerca de los equipos de protección, las salidas de emergencia, sin olvidar las responsabilidades que les corresponden en el ejercicio de su trabajo. La información es un derecho que debe ser garantizado, sean cuales sean las circunstancias.
Por otra parte, teniendo en consideración que las caídas, los tropiezos o los resbalones son los factores que más comúnmente ocasionan las lesiones en espacios de trabajo, es necesario reconocer la importancia del uniforme o vestimenta. Algunas prendas, como las zapatillas deportivas de seguridad Diadora Beat Textile, pueden establecer una marcada diferencia y evitar numerosa cantidad de inconvenientes. La utilización de vestimenta y zapatos preparados específicamente para los muchos agentes que pueden afectar las zonas laborales es otra de las medidas a implementar. Debido a sus componentes de alta resistencia y la flexibilidad necesaria para un desplazamiento cómodo, este tipo de calzado es fundamental para garantizar la seguridad de los trabajadores.
Por supuesto, de forma complementaria deben conocerse cuáles son las formas de desplazarse en el área de trabajo, y las empresas tienen que encargarse del mantenimiento de estos espacios de forma dedicada. En el caso de presentarse alteraciones en las condiciones de los lugares o ante irregularidades desconocidas, los trabajadores tienen la obligación de comunicarlo a sus superiores, de modo que puedan hacerse las evaluaciones inmediatamente y elaborar un plan de emergencia lo antes posible.
Por otro lado, deben conservarse las condiciones higiénicas necesarias, así como el orden para que puedan llevarse a cabo las tareas de forma adecuada. Otros factores como la temperatura del ambiente y la iluminación son influyentes en la realización de los trabajos. En los sitios de las instalaciones en los que se producen los mayores riesgos deben ir colocadas las señalizaciones correspondientes, en casos de posible contacto con materiales inflamables, tóxicos, o eléctricos.
Si intervienen maquinarias pesadas o de difícil funcionamiento, éstas deben estar a cargo de personal especializado o capacitado para dicho ejercicio, y bajo ningún concepto deben ser gestionadas por trabajadores que no conozcan su funcionamiento. Con todas estas condiciones será posible evitar enormemente que las cifras de accidentes laborales continúen creciendo.
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