La entidad ya se dedujo el año pasado otros 116 millones por el mismo motivo, según sus cuentas anuales. El Banco Santander se ha deducido unos 300 millones de euros en el último pago del impuesto de sociedades por las pérdidas del Banco Popular. El año pasado ya se dedujo otros 116 millones por el mismo motivo, según figura en sus cuentas anuales, y en total acumula 866 millones de euros.
El Santander eleva las pérdidas del Popular hasta los 12.000 millones tras su compra, pero ya le está sacando punta a la compleja iniciativa. La normativa fiscal española permite que las entidades financieras se anoten contablemente las pérdidas registradas en años anteriores que no pudieron deducirse. Los bancos también pueden activar las aportaciones a los planes de pensiones y las enormes provisiones que realizaron en la crisis para limpiar su exposición al ladrillo.
Los activan en el balance como activos fiscales diferidos (DTA, acrónimo de defferred tax assets, en inglés) y las cargan contra los fondos propios, lo que les permitía ofrecer mejores ratios de solvencia. En realidad, estos DTA son derechos de cobro frente a Hacienda, que los bancos se van deduciendo poco a poco. Cuando el Santander se hizo con el Popular por un euro en junio de 2017, se anotó también unos 450 millones de activos fiscales diferidos procedentes del Banco Popular. Y los está utilizando para reducir el pago de impuestos.