Sin embargo, la confrontación persiste. En el frente tecnológico, no olvidemos que la directora financiera de Huawei todavía no ha recuperado su libertad, mientras que China tiene la intención de prohibir el software extranjero de su administración. Además, los gigantes de la tecnología siguen trasladando su producción fuera de China.
La confrontación entre las dos grandes potencias no debe entenderse geopolítica e ideológicamente (apoyo estadounidense a los manifestantes de Hong Kong, elecciones presidenciales en Taiwán, valioso aliado de Washington, críticas estadounidenses a los derechos humanos en la región autónoma de los uigures de Xinjiang).