Hace pocos días, tanto el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el español Luis de Guindos, como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, anticiparon que el sector bancario está abocado a un nuevo proceso de fusiones. Pocos días después, dos grandes entidades bancarias españolas, CaixaBank y Bankia, han comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su intención de abordar la fusión de ambas entidades. CaixaBank reforzaría con esta fusión su balance en plena crisis consecuencia de la Covid- 19. El objetivo es mejorar en eficiencia y lograr mayor rentabilidad para sus accionistas. El grupo fusionado sería el primero en posición destacada del mercado bancario español. La suma de los balances de los dos bancos fusionados alcanzaría los 650.000 millones de euros, aproximándose a la cifra de otro gran banco español, el BBVA, que incluye todos sus activos en el exterior. El nuevo grupo sumaría más de 45.500 empleados y una red de sucursales compuesta por casi 7.000 oficinas.
Las negociaciones fueron confirmadas por CaixaBank a media noche de este jueves 3 de septiembre ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). CaixaBank informó al regulador que “tras la autorización de su consejo de administración se encuentra en negociaciones con Bankia para analizar una fusión entre ambas entidades, sin que por el momento se haya alcanzado un acuerdo al respecto, más allá de la firma de un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información para valorar la operación, en el seno de una due diligence, contando con asesores en la operación”. A lo que añade: “CaixaBank informará al mercado del resultado de dicha negociación en el momento oportuno”.
Por su parte, Bankia también hizo público anoche un comunicado similar, reconociendo que se están manteniendo conversaciones., ambas entidades. La operación reviste complejidad, pues Bankia, el banco rescatado en la anterior crisis financiera, tiene al Estado como su primer accionista, con el 61% del capital. El primer accionista de CaixaBank es la Fundación La Caixa, que preside Isidre Fainé, con un 40%. De salir exitosa la fusión, el Estado mantendría un 14% en la nueva entidad y la Fundación La Caixa un 30%.
En cuanto al posible organigrama del nuevo grupo, las fuentes consultadas apuntan que el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ocuparía la presidencia del nuevo conglomerado bancario. En el ámbito ejecutivo, el consejero delegado sería el que ya ocupa ese cargo en CaixaBank, Gonzalo Gortázar.
En estos momentos, CaixaBank tiene operativas 4.460 sucursales, de las que la mayor parte están en España; mientras que Bankia dispone de 2.267. La unificación de los servicios centrales y el cierre de oficinas en las comunidades donde hay duplicidades, como Madrid, Cataluña, Valencia, Murcia, Baleares o Canarias, generará un ahorro de costes importantes y bastantes sinergias.
La operación contaría con el beneplácito del Gobierno y más en concreto de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que es la interlocutora del Gobierno y que defendería recuperar para los contribuyentes la mayor parte del dinero público que se inyectó a Bankia para su rescate, que ascendió a 24.000 millones.