La complejidad y diversidad de las empresas sí que obliga a desarrollar planes ad hoc tendentes en ocasiones a: generar caja, renegociar deuda, realizar una reducción de costes, control de la gestión, planes de desinversión para soltar lastre y reorientar el negocio para obtener liquidez, planes de evaluación de la rentabilidad, optimización de compras, gestión de stocks, mejora de la productividad, desarrollo de alianzas con proveedores, profesionalización del equipo directivo, planes de comunicación interna y externa, análisis de puestos de trabajo o simplificación de la estructura, llegado el caso, son algunos de los planes en los que suele apoyar Resultae a las empresas en estos tiempos.
‘En Resultae sabemos’, señala Alamar, ‘que lo más importante en una reestructuración empresarial es saber liderar un buen equipo de directivos con predisposición ante el más mínimo síntoma de declive y que la respuesta que generemos sea tan ágil como eficaz para la empresa’.
Desgraciadamente, se apunta desde Resultae, que decidir poner en marcha un proceso de reflotación es difícil, muchos directivos no son capaces de hacerlo o verlo y cuando se deciden hacerlo el problema ya se ha agravado. ‘Las empresas de hoy y de mañana o son flexibles o no serán’, destaca José Alamar.