En todo este tiempo, la autora, que ha seguido adelante con su profesión de periodista y con su carrera como escritora, ha tenido que escuchar muchas veces que sus poemas eran buenos, pero que aún no era el momento de publicarlos. Ella, que cuando escribió la parte central del libro supo que había llegado a un lugar especial, que una vez escuchó de labios del gran poeta Claudio Rodríguez la frase “Eres de los nuestros”, hubo de soportar que algún editor le dijeran que había temas para los que la sociedad no estaba preparada, que no se iban “a entender”, sobre todo por cómo los abordaba.
Tras oír el mismo argumento repetidas veces, DOLORES CONQUERO se centró en su reciente carrera literaria, en la que destaca el libro de biografías «Amores contra el tiempo» (ed. Planeta), publicado en 2018. Pero siempre anheló sacar a la luz sus poemas, y la ocasión llegó cuando conoció a la editora Alicia Arés el pasado otoño. Ella entendió que el material que tenía en sus manos era diferente a cuanto había visto antes y que además podía ser útil: a los lectores en general, para entender un poco mejor este tema complejo; a las mujeres que se reconocieran en él, para entenderse a sí mismas. Y todo ello gracias a un lenguaje claro que, como dice la poeta Verónica Aranda en la introducción, “combina equilibradamente lirismo y coloquialismo”.
¿Por qué es diferente Antes de despertar? Porque, además de analizar las trampas psicológicas que están detrás de este problema, así como los continuos tiras y aflojas del proceso de liberación o “despertar”, se atreve a reflexionar sobre algunos aspectos tabú del mismo: desde el deseo de morir a la fantasía recurrente de que un accidente fortuito acabe con todo, pasando por el que quizá sea el mayor tabú de todos: cómo los hijos pueden a veces perpetuar lo aprendido en casa,
prolongando así un círculo infernal.
La historia se cuenta a través de un personaje femenino en primera persona, sirviéndose de algunos recursos de la narrativa, como la inserción de diálogos y los saltos temporales. El tono es confesional, que no biográfico, un recurso propio de la poesía (la reciente Princesa de Asturias de las Letras, Anne Carson, lo utiliza en «La belleza del marido», sin ir más lejos). Dicho tono se despliega con rotundidad a lo largo de unas páginas que son un viaje a los abismos y las complejidades de la mente humana.
Pero, finalmente, el texto transmite un mensaje de superación y plenitud. El miedo enquistado da paso a la confianza de haber podido salir de una relación opresiva. El yo lírico recupera la autoestima, se enfrenta con valor a las secuelas de años de maltrato psicológico y, lo más importante, pese al evidente daño, a veces la mujer logra sentirse poderosa y profundamente viva.
“Dolores Conquero entiende la poesía como revelación y ejercicio de indagación interior para llegar al autoconocimiento y a la meditación moral, a través de un lenguaje tan rotundo como esencial” (Verónica Aranda, del prólogo de Antes de despertar).
LAS FASES DEL MALTRATO PSICOLÓGICO EN UNA RELACIÓN
Cualquier mujer maltratada psicológicamente reconoce, con escalofriante certeza, fases y sensaciones comunes que se dan a lo largo de una relación tóxica de pareja. Estas son algunas de las que se muestran en Antes de despertar:
• El shock ante las primeras manifestaciones de violencia: No, ese desconocido no podías ser tú, pero entonces ¿quién eras? (Poema I, El desconocido).
• La humillación: Hay algo humillante en recoger estos vasos y estos platos rotos. Es decir, en recoger estos vasos y estos platos que tú has roto. (Poema II, Cristales rotos)
• El autoengaño y el recuerdo del pasado feliz (como ese que se alcanza a imaginar en la foto de cubierta): Era tan hermoso olvidar. Creer, una vez más, que todo era posible. (Poema III, Olvidar)
• El sueño de la familia perfecta: Tú y yo caminando de la mano. ¿Quién diría al vernos que no somos lo que parecemos? ¿Acaso no llevamos las mismas ropas, el mismo coche un hijo en los brazos? (Poema IV, Ser y parecer)
• Las constantes contradicciones en que incurre una mujer durante su relación:Te odiaré siempre pero antes te amaré una vez más. (Poema XI, Una vez más)
• La vergüenza: No debería avergonzarme pero me avergüenzo […] ¿Y cómo tú?, me preguntan. ¿Y cómo yo?, me pregunto. (Poema XIII, Olga, Lourdes, Marta)
• La incomprensión del entorno por no salir de ahí: Y tú sabes que tienen razón pero también que no entienden que no puedes hacerlo. (Poema XVIII, A otra mujer)
• El fantasear con soluciones extremas: Algún día se acabará. Lo sé. Llevo tiempo imaginándolo […] Y si no siempre me quedará pasar a la acción. ¿Y cómo fue lo de aquella mujer que envenenó a toda su familia? (Poema VIII, Tres de la madrugada)
Además de esto, la autora analiza sin pudor el instinto animal de supervivencia y cómo la conciencia de este es una losa más que debe “agradecerle” a su pareja: Dios mío, ¿qué soy? / ¿En qué me he convertido? (del poema Tres de la madrugada).
Por fin, la liberación desata en la mujer un sentimiento de fuerza y autoestima que no recordaba (Canción del secreto), aunque a veces deba lidiar con la inevitable herida (Nada o la escalofriante Dos heridas, dos), que comienza con estos versos:
Se llama Manuel y es carne de mi carne pero a veces me sorprendo mirándolo como el entomólogo a la avispa.
Para terminar, nada como el último poema del libro, titulado A otra mujer: Es de noche y quieres ir a orinar. Pero no te atreves.
Temes despertarlo
ahora que por fin se durmió,
así que prefieres aguantar.
Él no te golpeará si abres los ojos,
no es eso,
tan solo soltará un improperio
y se acordará de tus muertos,
y después te llamará
cualquier cosa.
Además los niños podrían despertarse
y hoy te costó dormir al pequeño.
Lástima que la naturaleza no respete
tu único bálsamo
y estés insomne ahora
pensando.
La señora del teléfono
fue muy amable
y dijo que no perdieras más tiempo.
Julia, tu amiga,
afirma lo mismo.
Y tú sabes
que tienen razón
pero también que no entienden
que no puedes hacerlo.
Ayer todavía lo amabas,
hoy te recuerda a esa bestia
que hizo desaparecer a sus hijos.
(Hay algo en su mirada fría
Muy similar.)
Pero ¿qué estás diciendo?
No debes hablar así
del padre de tus hijos.
Ese tío que ves en la tele es un loco.
A Juan le siente mal la bebida
pero nunca haría algo como eso.
Es tarde
y no puedes aguantar más.
Estás a punto de coger una infección
y ya sabes lo mal que lleva Juan
esas cosas,
su poca paciencia
para contigo.
Así que te armas de valor
y, descalza, das cuatro pasitos
hasta el baño.
¡Bien! Hubo suerte.
Hoy no se despertó.
Qué afortunada eres.
LA AUTORA: DOLORES CONQUERO
Periodista, licenciada en Ciencias de la Información. Escribió durante diez años en todos los suplementos de El País, y ha sido jefa de sección en la revista Marie Claire y de Edición en Mía. También ha ejercido puntualmente como guionista de televisión (Todos los hombres sois iguales, Versión española) y colaborado en publicaciones especializadas como Nickel Odeon.
En 1997 obtuvo el accésit del Premio Gerardo Diego de Poesía, concedido por los poetas José Hierro y Claudio Rodríguez.
Es autora de los libros ¡Filmando! Seis maneras de hacer cine en España (Nuer), Amores contra el tiempo (Planeta) y Soñé en La Habana. Ha participado en el libro Sean Connery: el hombre que dijo nunca jamás, y en las antologías de relatos Amores canallas y Amor y periodismo.