La protección de marcas, patentes y propiedad intelectual en general ha tenido un vertiginoso crecimiento en el marco de la Unión Europea, especialmente por el hecho de que el Marc de protección de ha ampliado y homogeneizado sobremanera por efecto de la sincronía de las diferentes protecciones nacionales. Puede decirse que, hoy, sin duda alguna, el marco de protección industrial europeo es un modelo que sirve de referencia en el contexto internacional. Es por ello que la protección en el marco de la UE protege contra la piratería y el plagio, que son uno de los mayores riegos en el marco del desarrollo de productos propios. La apariencia de la totalidad o de una parte de un producto, que se derive de las características de, en particular, las líneas, contornos, colores, forma textura o materiales del producto en sí o de su ornamentación constituyen una de las mayores amenazas.
El Diseño Industrial tiende a proteger de manera simple formas tridimensionales y bidimensionales tales como diseños, las líneas o el color. Los diseños industriales se aplican a una amplia variedad de productos de la industria y la artesanía: desde instrumentos técnicos y médicos a relojes, joyas y otros artículos de lujo; desde electrodomésticos y aparatos eléctricos a vehículos y estructuras arquitectónicas; desde estampados textiles a bienes recreativos. Los diseños industriales hacen que un producto sea atractivo y atrayente y constituyen una formidable herramienta para las compañías y para los promotores o inventores, ya que aumentan el valor comercial de un producto, y, a la larga, su comerciabilidad.
Cuando se protege un diseño industrial, el titular, que puede ser una persona o entidad que ha registrado el diseño, goza del derecho exclusivo contra la copia no autorizada o la imitación del diseño industrial por parte de terceros.
El promotor, el emprendedor y las compañías deben conocer la necesidad de proteger sus diseños industriales.Un diseño industrial debe registrarse a fin de estar protegido por el derecho que rige los diseños industriales. Por norma general, para poder registrarse, el diseño debe ser “nuevo” y tener un “carácter singular”, es decir, no haber sido copiado ni plagiado.
Y hay que asegurarse de que antes no haya existido un diseño idéntico o muy similar. De forma que la impresión general que produzca en el usuario informado ha de diferir de la que le produzca otro diseño anterior. El plazo de protección es de 5 años, renovables por periodos de 5 años hasta los 25 años. En una misma solicitud se pueden proteger hasta 50 diseños diferentes o parecidos, y existen compañías y gestores encargados de estos cometidos, para que se terminen efectuando con rigurosidad y seriedad. Y también con garantía y seguridad.
Por lo general, la protección de los dibujos o modelos industriales se limita al país que concede la protección. De conformidad con el Arreglo de La Haya relativo al Depósito Internacional de Dibujos y Modelos Industriales, existe un procedimiento para realizar una solicitud internacional: un solicitante puede presentar una única solicitud internacional ante la OMPI o la Oficina nacional de un país que sea parte en el tratado en cuyo caso, el dibujo o modelo industrial estará protegido en tantos estados parte del tratado como desee. Al registrar un diseño industrial en Europa protegemos las creaciones y otorgamos a su titular un derecho exclusivo para poder utilizarlo y a prohibir su utilización por terceros sin su consentimiento, sobre la apariencia de la totalidad o de una parte de un producto.
Las razones por las que registrar un diseño industrial en Europa es necesario se pueden resumir en que un diseño industrial añade valor al producto, lo hace más atractivo y llamativo a los clientes, y puede incluso convertirse en el principal motivo de compra. Por lo tanto, la protección de los diseños suele ser una parte fundamental de la estrategia comercial de cualquier diseñador o fabricante ya que, al proteger sus productos y diseños industriales, protege a su vez la permanencia de los mismos en el mercado y contribuye a que su apreciación sea progresiva.
Al proteger un diseño industrial mediante su registro en una oficina de propiedad industrial de ámbito nacional, o comunitario, el titular obtiene los derechos exclusivos de impedir su reproducción o imitación no autorizada Se trata de una práctica que responde a la lógica empresarial, pues mejora la competitividad de una empresa, y suele aportar ganancias adicionales mediante una o varias de las formas que se indican a continuación:
- Al registrar un diseño se adquiere el derecho de impedir su reproducción o imitación por parte de la competencia, con lo que se fortalece la posición competitiva.
- Los diseños industriales son activos empresariales que pueden incrementar el valor comercial de una empresa.
- Un diseño protegido puede venderse o cederse a otros mediante la concesión de una licencia y el pago de una cantidad determinada.
- El registro de los diseños industriales fomenta la competitividad leal y las prácticas comerciales honradas, lo que promueve la producción de una amplia diversidad de productos atractivos por su forma.
Para concluir, debemos mencionar que es recomendable que todo diseñador industrial así como empresarios y el sector de la industria en general, debe ponerse en manos de gestores y agentes de la propiedad intelectual e industrial que aseguren que sus diseños y desarrollos sean protegidos, impidiendo asó la piratería o la copia fraudulenta.