La semana vencida sucedió con mucha alharaca que cinco figuras políticas españolas, presentaron en Valencia su intención de ir conformando una plataforma, o un Partido político, o un movimiento para convencer a los españoles de conferirle el poder en próximas elecciones. Eran la Ema. Ministra de Trabajo, la Ema. Alcaldesa de Barcelona, La Ema. Vicepresidenta del Gobierno regional valenciano y dos Ema. diputadas regionales, una madrileña y otra ceutí. No sabemos realmente la trascendencia que terminará teniendo esta noticia, pues conocemos perfectamente las dificultades que entraña construir en esta democracia nuestra una alternativa política nueva, pero creemos que hay aspectos que merecen una reflexión. Sólo nos da espacio para considerar tres. En primer lugar nos parece de interés que este lanzamiento se defina alrededor de “un proyecto de País”, en palabras de su líder más visible, la Señora Díaz, que, afortunadamente, parece haber abandonado su neologismo pueril de la “Matria”.
Esto “indicaría” que se va a hablar de política, y no de gestión, ni de Partidos, ni de cacicatos, ni de eslóganes frikis. Eso esperamos, aunque la trayectoria de las lideresas y las hemerotecas nos hacen albergar dudas sobre la naturaleza, y, sobre todo, del nivel del debate que se pueda producir. Ojalá no vuelva a caer en la politiquería analfabeta.
Otro tema que nos chirría un poco es la palabra “proyecto” referida indudablemente a España (¿Qué otra cosa podría esconder el vocablo “Pais” en este contexto?). Queremos ser positivos y colegir que se están refiriendo nuestras cinco musas políticas a proyecto político-social, proyecto convivencial, proyecto socio-cultural o algo así. Porque España hace siglos que no es un proyecto, y no conviene olvidarlo para proponer la configuración y dinámica de “la polis”, la Política con mayúscula. Proyecto, en plena dinámica, es la UE, lo fueron Yugoslavia o el imperio austro-húngaro, pero España NO lo es, sino una realidad que debe ser tratada y protegida como tal. Una Nación íntegra, integrada en la UE.
Pero, ávidos de conocer el “proyecto” en un papel, lo que más nos interpela es entender muy bien lo que quiere decir la palabra “País”, camuflaje vergonzoso de España, para las lideresas. Incluso si ellas mismas tienen clara la idea de lo que pretenden. Si se considera a “País/España” desde un punto de vista geográfico, o desde un punto de vista pragmático de circunscripciones electorales de las que beneficiarse, o desde un punto de vista de arbitrar entre intereses singulares, locales, insolidarios, entonces se pueden ahorrar el esfuerzo. Si están pensando en País/España como el conjunto indiscriminado de los españoles, entendido como derechohabientes a un DNI, entonces merecerá la pena leer y escuchar, porque entonces, y sólo entonces, se podrá hablar de libertad, igualdad y solidaridad de las personas, los españoles, por encima de cualquier otro valor. Y ese es el proyecto que necesita España, es decir los españoles en su inmensa mayoría (no los caciques ni políticos, pero son pocos).
¿De verdad Colau y Oltra entienden así España? Pues tendrán que cambiar mucho…..
Escepticismo, por lo tanto, y, como decía el gran Forges: …¡País!...