Claves de la próxima semana:
Desde el punto de vista de la política monetaria, la próxima semana se prevé interesante. Se reunirá el Comité de política monetaria del banco central estadounidense, la Reserva Federal (Fed). La reducción del programa de compras está en marcha y parece probable que en marzo se produzca una primera subida de tipos. La Fed está extremamente “por detrás de la curva” y será interesante ver hasta qué punto se discutirá también una reducción del balance. Los mercados monetarios ya anticipan tres alzas de los tipos de interés en 2022. Nuestra postura es algo distinta y nos posicionamos previendo que habrá cuatro.
Junto a la política monetaria, el calendario de datos está dominado por los indicadores de confianza. El lunes arranca con el índice Markit de gestores de compras del sector manufacturero de la zona euro. El mismo día, se publica el índice de actividad nacional de la Reserva Federal de Chicago. Uno de los datos más importantes debería ser el índice Ifo de clima empresarial de Alemania, que se anuncia el martes. En comparación con otros países industrializados, la República Federal de Alemania registró una recuperación moderada en 2021 tras la crisis, por lo que será aún más relevante ver si el clima empresarial queda eclipsado por los problemas de la cadena de suministro y la 4.ª ola de la pandemia, o si se perfila una fuerte recuperación para este año. Al día siguiente, sabremos el dato de la confianza de los consumidores de The Conference Board y el índice de la Fed de Richmond del sector manufacturero de Estados Unidos. El jueves destacan el índice GfK de confianza de los consumidores de Alemania y los nuevos pedidos de bienes duraderos de EE. UU. La semana se cierra con la estimación preliminar del producto interior bruto de Alemania del 4.º trimestre de 2021 y el indicador de confianza de la universidad de Michigan.
En conjunto, el ciclo económico parece haber entrado en fase de madurez y es probable que veamos signos de desaceleración, aunque la evolución será algo distinta según las regiones o países.
En lo que respecta a la situación técnica, apenas debería haber presiones vendedoras. Los indicadores de fortaleza relativa de los principales mercados de renta variable se mueven en tierra de nadie, es decir, no apuntan a ninguna presión de venta inmediata, y el bando alcista ha perdido fuerza tras la fase agitada de la última semana. Es algo desconcertante nuestro “indicador de tranquilidad”, que mide la relación entre la ratio PER a 12 meses con respecto al índice de volatilidad VIX en la bolsa estadounidense, se encuentra apenas una desviación estándar por encima de la media a largo plazo desde principios de los 1990. Esto indica que la consciencia del riesgo en relación con las valoraciones no es muy marcada, lo cual podría cambiar rápidamente en caso de que se produzcan tensiones geopolíticas, algo que no puede descartarse.
En resumen, es probable que las tres “D” de la política monetaria determinen la evolución del mercado. Las presiones inflacionarias están aumentando, los bancos centrales están respondiendo a velocidades muy diferentes, e irán retirando la liquidez sólo de forma gradual. A pesar de todos los factores de incertidumbre, este contexto debería de favorecer a medio plazo a los activos reales, incluyendo las acciones.