En el caso de nuestro país, el Rey Felipe VI, que pronuncia su primer mensaje navideño en 2014, las crónicas de la época destacan que ha aprobado con nota, con una media elevada de espectadores de televisión, que supera al último de su padre, Juan Carlos I. La evolución en la forma de expresión, voz, ritmo del lenguaje, expresión facial y gestual en general se centra en cinco claves de comunicación:
1.- Las primeras comparecencias del monarca muestran la rigidez y seriedad del rostro que merman su capacidad de cercanía y familiaridad.
2.- La forma en que transmite sus mensajes y el ritmo con que lo hace en un tono de voz medio, deberían dotarse de más inflexiones para romper la monotonía y así atenuar o elevar palabras del discurso y llamar más la atención del espectador.
3.- La evolución producida, a lo largo de los distintos discursos pronunciados, nos muestra un rostro con una mirada más abierta y una media sonrisa más envolvente, por tratarse de una de las expresiones faciales con las que más se comunica. En concreto, en años pasados, esa sonrisa media estuvo presente en una buena parte de las secuencias.
4.- La escenografía también nos da pistas de comunicación y aporta o no elementos complementarios a la visualidad del evento. Observamos unas primeras intervenciones con un fondo demasiado cercano, con poco espacio, y las últimas que dejan más aire y atmósfera en el espacio.
5.- El lenguaje de las manos, que siempre queda limitado a la colocación encima de las piernas cruzadas, presenta también una evolución a despegarse de esa zona para tomar movimiento y remarcar las expresiones orales. La comunicación no verbal de su vestimenta sobria tuvo un elemento de leve distorsión en su discurso de 2021 por el “efecto muaré” (rayas onduladas y puntos en movimiento) producido en la corbata por el estampado.
Destacamos, por último, la sensación de serenidad y tranquilidad de las últimas apariciones, vemos como muestra las palmas de las manos abiertas en señal de acogida, apreciamos la cierta sequedad de boca en los puntos y seguidos de frase, con respiración que se agota demasiado al final de las frases.
Julio García Gomez es analista de comunicación y lenguaje de la Fundación Casaverde. Experto y docente de competencias y habilidades para expresar con eficacia y director del Diploma y Curso de Comunicación en Salud de la Fundación Economía y Salud.