¿Qué pasos hay que dar para convertir en un directivo de éxito?, ¿por dónde empezar? Lo primero es tener una base de conocimientos sólida, que refuerce las habilidades personales y que ayude a adquirir las competencias necesarias para ejercer de líder. Luego vendrá la práctica profesional.
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Estudios y másteres
Bill Gates, el multimillonario propietario de Microsoft, dejó colgada la carrera de derecho para dedicarse a su proyecto empresarial. Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, también triunfó sin carrera universitaria, pero son la excepción. Hoy en día, cualquier profesional o estudiante que aspire a convertirse en directivo debe poseer una carrera universitaria complementada con un MBA especializado. Los títulos universitarios de por sí se quedan cortos; los puestos de alta dirección exigen una formación extra y, en este sentido, un MBA online sobre finanzas puede ser la mejor opción.
Las carreras más habituales entre los CEOS son las de Empresariales y Ciencias Económicas. También hay muchos directivos con el título de Derecho y en los últimos tiempos se han añadido otras líneas de estudio, como las ingenierías y las carreras de ciencias. En cuanto al máster, puede cursarse en cualquier momento de la vida profesional. La formación online facilita el acceso a los estudios sin necesidad de desplazamientos, lo que ayuda a optimizar esfuerzos y planificar el tiempo.
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Experiencia laboral
Para convertirse en directivo de alto nivel la formación es esencial, pero también es muy importante el currículum profesional. Y eso no se adquiere de la noche a la mañana: es una labor de años que suele iniciarse con empleos modestos. En la mayoría de ocasiones, esos primeros trabajos poco tienen que ver con los estudios realizados, pero son pequeños peldaños que es preciso subir. De esta manera, se va creando un currículum y, lo que es más importante, se adquieren competencias para optar a un ascenso en el momento oportuno.
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Aptitudes y habilidades
La formación y la experiencia son fundamentales para acceder a un cargo directivo, pero también hay que tener unas aptitudes y habilidades especiales. Todo eso se aprende, pero si existe una predisposición innata el proceso resulta más sencillo.
Para optar a un puesto de alta dirección se requiere, por ejemplo, capacidad de liderazgo, ambición, dotes de negociación, asertividad y fluidez en la comunicación. También son necesarias la creatividad y la capacidad de adaptación a los cambios.
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Saber esperar
Por lo general, el éxito es un trayecto de largo recorrido. Las empresas suelen tener en sus organigramas unos 8 cargos de responsabilidad en línea ascendente y llegar a lo más alto puede costar años. Por eso es importante tener paciencia y saber esperar. En la mayoría de casos, el éxito no llega hasta pasados los 40 años.