Las peticiones de este sindicato son claras. Uno de los puntos ante los cuales el Gobierno de Chivite ha cedido, en cierta medida, es la subida retributiva de 1.000 euros en dos años. El Sindicato reclama un incremento de 500 euros al mes este año y otros 500 el que viene. Ante tal propuesta, el departamento de Salud navarro subió los salarios de todos médicos 400 euros al mes. De todos modos, esta medida no sirvió para evitar la huelga. Tras la implementación de esta subida salarial, los médicos navarros pasan a estar entre los mejor pagados de España (escalan del puesto 14 al 5º con respecto de las demás comunidades).
El portavoz del sindicato, Alberto Pérez, justificó que estos datos de los que presume el departamento de Salud no se deben a una mejora de las condiciones, sino que “oficialmente se nos paga una pasta porque estamos doblando y triplicando jornadas”. Señaló que, según calculan en el Sindicato, una enfermera cobra 26,5 euros por hora y un médico facultativo de atención hospitalaria 28.
Además, se pide el fin de la exclusividad, es decir, que los trabajadores del sector sanitario público puedan dedicarse a otros trabajos en mutuas o consultas privadas. Tanto departamento como sindicatos siguen negociando este punto estratégico, ya que afecta a la totalidad del sector y no se quieren precipitar.
En este sentido, el parlamentario de EH Bildu, Adolfo Araiz, expuso que cree que la eliminación de la exclusividad carece de fundamento, dado que ni la presidenta ni la consejera de Salud han aportado argumentos reales “porque no los hay”. “Es imposible defender que se trata de una medida en favor de la sanidad pública”, apuntó.
Por otro lado, el departamento de Salud sí cedió ante la petición de reducir la cifra máxima de citas diarias a 32 (de una duración promedia de 12 minutos por visita). Sin embargo, el Sindicato pide más, y pretende que se fije un máximo de 5 horas de actividad diaria.
La presidenta del Gobierno foral, María Chivite, expresó su rechazo ante la decisión del comité de huelga del SMN de no asistir a la reunión que habían planificado para tratar de evitar esta huelga indefinida. También hizo hincapié en que están dispuestos a seguir negociando las peticiones, aunque cree que las ofertas que han expuesto al Sindicato son “bastantes generosas” y se mostró impetuosa a alcanzar un acuerdo.
A pesar de la huelga, la actividad en los hospitales y ambulatorios se está desarrollando con aparente normalidad. Sin embargo, esto podría dejar de ser así, dado que el Sindicato de Enfermería Satse ha convocado una manifestación para el 18 de febrero y, también, ha anunciado que puede iniciar una huelga próximamente. Este sindicato insiste en que "la asistencia sanitaria deje de ser una moneda de cambio entre gobiernos y organizaciones" y que se "ponga en valor el trabajo de las casi 4.000 enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas”.
La sanidad es uno de los puntos que más preocupan al electorado y, por tanto, tiene incidencia en el desarrollo de los periodos preelectorales y de las campañas. Por ello, los gobiernos autonómicos que cuentan con esta competencia procuran mantener contento al sector para poder exponer a sus electores éxitos en la sanidad.
Madrid es un ejemplo de que lo sanitario es un elemento importante en tiempo de comicios. La Consejería de Sanidad y el comité de huelga de los médicos de familia y pediatras de la atención primaria madrileña han negociado soluciones a lo largo de esta semana a la huelga indefinida que conlleva ya a cerca de 4.200 médicos de Familia y 720 pediatras. Este encuentro llega después de que este lunes el Gobierno regional pusiera en marcha de manera progresiva un proyecto piloto en veintidós centros de salud públicos para organizar las agendas de los médicos. De forma paralela a Navarra, los sindicatos de médicos madrileños también proponen atender a un máximo de 34 pacientes al día con una media de 10 minutos por cada uno.
Esta huelga, convocada por el sindicato Amyts en Madrid, lleva en marcha desde el 21 de noviembre, y aunque se suspendió temporalmente el 22 de diciembre, se volvió a retomar el 12 de enero. Desde el gobierno regional alegan motivos políticos para la convocatoria de estas huelgas y afirman que su objetivo es desgastar a Díaz Ayuso. A partir de aquí, el eco mediático que estos sucesos han tenido se debe a la intención de Podemos y Más Madrid de deteriorar la imagen del Partido Popular (y Ayuso) de cara a los comicios de mayo.