El temor a que la inflación sea más persistente de lo esperado que ha impulsado las expectativas de subidas de tipos sean ahora mayores tanto en intensidad como en duración, ha provocado que los mercados de renta variable hayan continuado con la corrección iniciada hace unos días, en especial para los valores con mayor sensibilidad a movimientos de tipos de interés, como pueden ser los tecnológicos, que tan mal rendimiento tuvieron en 2022.
Así, el índice Nasdaq ha retrocedido en los últimos días un -6,4% desde los máximos alcanzados a principios de febrero, y el S&P 500 un -5%. Los índices europeos se han comportado mejor, y solo ceden un -1,5% desde máximos.
El mercado de renta fija continúa su escalada, y bonos como el Bund alemán a 10 años alcanza ya el 2,71%, rentabilidad no vista desde 2011. En el caso de España, el bono a 10 años está ofreciendo actualmente una rentabilidad de 3,70%, niveles no vistos desde finales de 2013. El bono del tesoro estadounidense a 2 años sigue marcando máximos de los últimos 15 años, con una rentabilidad del 4,83%, y todavía se mantiene la inversión de la curva 2-10 en torno a los 85 puntos básicos, situación que recordamos, suele preceder a una recesión.
El dólar por su parte se ha fortalecido en las últimas sesiones, recuperando la zona del 1,05 eur/usd (desde el 1,10 marcado a principios de mes), apoyado por las posibles subidas de tipos adicionales que podría estar planteándose la Reserva Federal.