Acompañando precisamente a los ojeadores del club, nos reciben en la ciudad del Turia cerca de las inmediaciones del estadio. Son los ojeadores, aquellos que tienen en su deber la difícil tarea de localizar a jóvenes talentos que puedan garantizar el día de mañana el futuro de la entidad. En Inglaterra se llaman scouters y son los padres de la cantera. Arsenal o City no pueden vivir sin ellos. Así localizó el Barça a Messi o el Madrid a Vinicius. Son los embajadores del club que reciben un chivatazo de donde menos se lo esperan.
Para los ojeadores de los equipos de La Liga, venir a la capital de España es garantía de éxito. Siempre pescan algo. En Valdebebas o en el Cerro del Espino siempre se encuentran. con el futuro.
Según nos cuentan es en Juveniles, y no siempre en el primer equipo (A), sino en el segundo (B) o incluso en el tercero (C), donde se descubren a los que luego acabarán formando parte de los titulares del equipo en Primera División.
A nuestra pregunta sobre a quién están ojeando en estos momentos, descubrimos el nombre de Gabriel Suárez Castrelo entre los papeles de uno de los ojeadores del Valencia. Nos cuenta que quieren traérselo a Paterna. Tienen vídeos de él que nos los pasan.
El sábado, 15 de abril de 2023, uno de los ojeadores se acercó a Madrid para ver a Castrelo por segunda vez. Habían recibido buenas referencias. Fueron luego a verle contra el San Sebastián de los Reyes y les gustó mucho. Y aquel día contra la Agruopación Deportiva Complutense Alcalá les maravilló.
En el Cerro del Espino, dice uno de los scouters -quien nos pasa vídeos del chaval-, se tuvieron que frotar los ojos al ver a Gabriel, con su 7 a la espalda, dominando un juego más propio de adulto. Un extremo derecha multifacético, con disparo en las dos piernas, que retrasaba el balón, era capaz de jugar horizontal y siempre servía al de cara.
El partido era contra el Complutense Alcalá, que terminó con un cuatro a uno a favor de los rojiblancos y un Cerro del Espino primaveral. Conclusión: dos goles y medio de Castrelo. El 2-0 desde fuera del área, un rosco imparable que no olvidarán, dicen, en mucho tiempo. El 3-0 de forma similar colocando la bola entre tres paisanos blanquiazules.
Castrelo protagonizó la asistencia del último gol atlético y llegó a salvar un gol seguro dentro del área robando por la espalda a un jugador de la tierra del Henares que se disponía a taladrar la portería atlética. Su juego con las dos piernas le permitió emular a Carrasco o a Vinicius entrando también por la banda izquierda y lanzando un globo desde la raya al punto de penalti.
Tiene maneras, apuntan en Mestalla, nos gusta mucho. No se ven muchos prodigios últimamente. Pero lo que más les gusta de Castrelo es que es un jugador de equipo. Busca los espacios, es participativo, pide el balón, trata de recuperarlo si lo pierde. Es el futuro. ¿del Valencia?
Si (
No(
