¿Quién tiene derecho al uso y disfrute de la vivienda?

Cuando una relación fluye, es muy habitual que se inicie una convivencia. Ahora bien, ¿qué sucede si el divorcio es la única solución a los problemas? La situación de “la casa es mía y mi pareja no quiere irse” se antoja muy común en este tipo de momentos y, aunque puedas creer tener derecho a echar a la otra persona, esto no es así.

Convivir con alguien del que te quieres separar es insostenible y solo provoca más tensiones, las cuales entorpecen el proceso de divorcio. Si la casa te pertenece, entonces lo más apropiado es solicitar a la inminente expareja que se mude de manera definitiva. Siempre por la vía amistosa; ya que legalmente no le puedes echar si demuestra que es su residencia habitual. No al menos en el acto.

En caso de que la otra parte no se quiera marchar o si la casa es compartida, es recomendable ceder y abandonar por cuenta propia el domicilio. Algo que se debe interpretar como una solución temporal, a la espera de que el divorcio se resuelva y se establezca quién va a tener el uso y el disfrute de la vivienda. Si la casa está a tu nombre, serás tú el beneficiado: solo hay que tener paciencia.

Conflictos habituales que derivan en un divorcio

No saber cuándo divorciarse es una duda muy habitual en un gran número de parejas. En este sentido, es importante hacerse ciertas preguntas y estar atentos a los momentos de alarma. Hay un gran número de situaciones que provocan que el divorcio o la separación sea irremediable, como aquello de “no quiero vivir con los hijos de mi pareja”.

Los hijos son siempre la prioridad para cualquier padre o madre y no es viable entrar en debates sobre ello. Sin embargo, si no deseas convivir con ellos por cualquier tipo de razón, lo más sano es proceder con la separación definitiva. Jamás discutas si los niños han de quedarse o no en la casa de sus progenitores: no hay forma de aportar argumentos en este punto.

Los divorcios se deben dejar de entender como un proceso traumático. En su lugar, es mucho más satisfactorio naturalizarlos como un procedimiento legal cualquiera, ya que esto hará que el trámite se resuelva sin complicaciones de ningún tipo. ¿La relación no funciona? No pasa nada. Se puede ejecutar el divorcio y empezar de nuevo.

Confía en los mejores especialistas en divorcios

Si finalmente tomas la decisión de divorciarte, lo mejor es que te dejes asesorar por los mejores expertos en la materia; como es el caso de Divorcieitor. Esta plataforma online cuenta con información de valor para todas aquellas parejas que se encuentran en pleno proceso de separación. Un espacio en el que se prioriza siempre en el conocido como divorcio de mutuo acuerdo o divorcio exprés.

En lugar de dejar que las disputas con el cónyuge hagan que el divorcio se dilate y encarezca, la vía exprés permite obtener la resolución en un margen de tres meses. En cuanto al coste, se suele situar en unos 150€ por persona, con el IVA incluido. Unas características que evidencian lo sencillo que es formalizar el final de una relación hoy en día y que te ayudarán a recuperar el bienestar emocional perdido a causa de un matrimonio fallido.