El impacto de las falsas alarmas
Las estadísticas revelan que durante algún tiempo, el 97% de los avisos que movilizan a los Mossos d'Esquadra son falsos, lo que representa una carga significativa de trabajo y un derroche de recursos para las fuerzas policiales. Esta problemática ha impulsado a Miquel Justo Medrano a abogar por medidas concretas que aborden este problema y optimicen el despliegue de recursos.
Las patrullas policiales atienden a cerca de 300 alarmas injustificadas cada día en todo el territorio catalán. Esta situación no solo supone un trabajo inútil para los agentes, sino que también podría afectar la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia genuinas.
De acuerdo con el experto en seguridad, el alto porcentaje de alarmas falsas genera que “la patrulla que atiende al requerimiento baje la guardia, porque casi en todos los casos no pasa nada”.
Protocolos de instalación y verificación como solución
Para abordar esta problemática y buscar soluciones efectivas es clave el establecimiento de colaboraciones entre el sector de la seguridad privada y la administración.
Es necesario implementar protocolos de instalación y verificación de los sistemas de alarma, así como campañas para promover un uso adecuado de estos dispositivos. De este modo, se pueden optimizar los recursos y mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias reales, en beneficio de la seguridad pública.
La amplia experiencia y trayectoria de Miquel Justo Medrano en el campo de la seguridad pública respaldan su autoridad para hablar sobre las medidas necesarias para abordar el problema de las falsas alarmas.
Su currículum, que incluye cargos de alta responsabilidad en el Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d'Esquadra, así como su formación académica en áreas relacionadas, demuestran su profundo conocimiento en el ámbito de la seguridad.