En la actualidad, la Unión Europea (con la excepción de Irlanda, Dinamarca y Luxemburgo) y los Estados Unidos consideran a Hamás organización terrorista. Organización que gobierna Gaza desde 2007 cuando la Organización por la Liberación de Palestina pierde en la franja las elecciones. Desde entonces para Occidente sólo la Autoridad Nacional Palestina liderada desde hace veinte años por Mahmud Abbas es el único interlocutor válido que representa a los palestinos.
¿Quién gana con este conflicto causado por el ataque ilegítimo, atroz y terrorista de Hamás contra Israel?. Rusia e Irán. Rusia ha conseguido que la atención internacional se haya trasladado de su agresión a Ucrania a Oriente Medio; por su parte, Irán ha conseguido que las conversaciones de normalización de relaciones entre Israel y Arabía Saudí se vean interrumpidas por el conflicto. Ya en agosto Egipto advirtió a Israel que algo gordo podría pasar pues el grupo Wagner y unidades especiales de la Guardia Revolucionaria iraní se encontraban entrenando a elementos de Hamás.
Hamás ha sido una organización terrorista apoyada por países como Rusia (a la que recibe en Moscú legitimando su actividad en Gaza), el régimen de los Ayatolás, Siria, Irak y Argelia. En estos momentos, Marruecos ha ejercido una posición de liderazgo solicitando una reunión urgente de la Liga Árabe para evitar una escalada del conflicto. Por otro lado, Qatar está intentando llevar a cabo una labor de mediación con Hamás para que se produzca una liberación de los rehenes israelíes. También los egipcios después de una reunión entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente Al Sisi está jugando un papel constructivo en la crisis permitiendo un corredor humanitario con Gaza desde Egipto.
El derecho a la legítima defensa es aquel que permite a los Estados responder a los ataques militares de otro país para evitar más daños. Viene recogido en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas cuyo contenido expreso es el siguiente: “ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de las Naciones Unidas, hasta que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales”. Por tanto, lo que está haciendo Israel en estos momentos es hacer uso de derecho legítimo a la defensa después de que el pasado 7 de octubre sufriera un ataque terrorista organizado desde la franja de Gaza en el que fueron asesinados más de 1200 ciudadanos israelíes y en la actualidad se encuentran más de 100 rehenes en paradero desconocido. Cuando se produce un ataque tan brutal contra un Estado, éste está legitimado para defenderse y hacer todo lo necesario para garantizar las condiciones de seguridad de sus ciudadanos y garantizar el respeto a su integridad territorial. Por tanto, la reacción que está llevando a cabo Israel se enmarca perfectamente dentro del derecho internacional, y en particular, en el derecho que tiene todo Estado a hacer uso legítimo de la fuerza cuando sea ante una situación de autodefensa, es decir, respondiendo ante una agresión ilegítima.
También hemos de decir que esta respuesta dada por Israel debe de ser proporcional y ser llevada con contención para evitar víctimas civiles y un desastre humanitario que pueda poner en peligro la estabilidad y la paz en la región y que la guerra pudiera extenderse involucrando a terceros actores ya sean estatales o no estatales. Parece que, en estos momentos, Hezbolá está observando con atención el desarrollo del conflicto y habrá que esperar a que no abra un nuevo frente en el norte de Israel.
Países como España que han sufrido el azote terrorista tanto de ETA y los GRAPO, así como del yihadismo, hoy más que nunca deben de solidarizarse con la democracia de Israel, que se ve amenazada insistentemente de manera existencial por organizaciones terroristas como Hamás y Hezbolá y por Estados como Irán y Siria. No es el momento, para ser buenistas ni condescendientes con los terroristas. Hoy ha sido la democracia israelí, mañana puede ser la española o la de cualquier otro país europeo. Por eso, hoy es más importante que nunca mantener la unidad entre los demócratas. Por ello, concentrémonos en lo importante, el 7 de octubre, de manera injustificada un grupo terrorista decidió atacar de manera planificada a un Estado soberano e independiente asesinando a cientos de inocentes. La respuesta frente a este horror debe de ser firme. La democracia israelí se encuentra legitimada y preparada para responder y hacer uso derecho a garantizar su seguridad. La respuesta de la comunidad internacional debería estar a la altura, no igualar víctimas con verdugos, y mostrar un inequívoco respaldo a las víctimas y sus familiares y una respuesta solidaria sin fisuras.