Rafael Arias-Salgado, ministro de Fomento (1996-2000)y ponente de la Ley de Amnistía de 1977, desde una perspectiva política,afirmaen el documento que “estamos en una fase de culminación de la ruptura del pacto constitucional” debido a que “el proyecto del Gobierno afecta directamente al principio de autonomía de las instituciones constitucionales y a la separación de poderes”. El exministro Arias-Salgado cierra su partedel documento afirmando que “España, para su progreso y funcionamiento institucional, necesita un entendimiento básico entre el centro derecha y el centro izquierda” y que es, con ese entendimiento, cuando“la democracia constitucional funciona correctamente”.
Roberto Villa, profesor titular de Historia Política de la Universidad Rey Juan Carlos, una visión teórica, desde una perspectiva histórica, de lo que han supuesto las amnistías para España, afirmando que“en la actual Constitución no se menciona la amnistía porque está directamente excluida”. Además, apunta que “amnistiar no es un acto legislativo (del Gobierno) sino jurisdiccional (del Poder Judicial)” porque es precisamente la Constitución de 1978 la que “reconoce directamente a la Corona el ejercicio del derecho de gracia”. El profesor Villa ha querido también recalcar la importancia de los pactos entre los grandes partidos: “en un régimen constitucional, la amnistía solo produce los efectos deseados cuando existe un amplísimo acuerdo en que con ella se preserva un bien superior”. Se deja constancia de que, tras lo analizado por los expertos, “existe una correspondencia entre estabilidad política y desuso de la amnistía”.
Por su parte, Josep Maria Castellà, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona y presidente del Club Tocqueville, ha querido analizar los fundamentos legales de la futura Ley de Amnistía, afirmando respecto a la exposición de motivos y preámbulo de la ley que “se han convertido en largas explicaciones poco rigurosas y con una fuerte carga partidista”. Teniendo en cuenta esto, afirma que “confunde el tono y el contenido de un programa político con el de una exposición de motivos”, dando cuenta de que esta futura ley no está redactada como debiera desde el punto de vista legal. A su término, el catedrático ha querido confirmar que con la futura amnistía “se quiere normalizar la situación catalana, pero pagando el precio de dividir a la sociedad y polarizar la política española y catalana”.
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