Señala la Sentencia que la persona o personas que sustrajeron la tarjeta del perjudicado actor tuvieron conocimiento del número secreto de éste visualizándolo cuando era tecleado por el afectado. Sin embargo no se pudo entender que sea negligente el hecho de teclear el número secreto en términos tales que no impidan que quien se encuentre tras el titular de la tarjeta (poniendo todos los medios para poder conocer el PIN), pueda visualizar el número secreto , ya que no se puede exigir al usuario de la tarjeta actuar cual si cualquier otro aparente usuario del cajero fuese un potencial delincuente, ya que si de tal premisa se partiese, efectivamente sería irresponsable el marcar el número secreto sin ocultarlo a la vista de todos los que nos rodean, ya que, en tal hipótesis. habría de partirse de la base de que toda persona que se encuentra cercana a un cajero lo hace con intención de conocer el número secreto al objeto de sustraer la tarjeta de crédito y con ella acceder a la cuenta de su titular.
En este caso actuó una trama urdida al objeto de distraer su atención e impedirle conocer que había sido víctima de un engaño. La visualización del número secreto fue realizada en forma tal que no podía ser apreciada, salvo que, como se indicaba, se parta de la base por el titular de la tarjeta de que todo usuario, aparente o real, de un cajero automático puede tener intención de conocer el número secreto al objeto de proceder a utilizar indebidamente la tarjeta que por lo demás ha de sustraer a continuación, obligando con ello al titular de las tarjetas que para poder acceder a su dinero tenga que invitar a cualquier otro usuario a que éste se ausente mientras marca su número secreto , o se coloque a una distancia tal que impida su visualización, lo cual en definitiva es tanto como exigir al titular del dinero que debe ser custodiado por la entidad bancaria, que realice él mismo las labores de custodia de su dinero frente a posibles utilizaciones fraudulentas del mismo, y ello a costa además de tener que invitar a los demás posibles usuarios a que se retiren al objeto de poder disponer de su dinero
La letrada Magdalena Rico Palao (que ha llevado los intereses de este consumidor) confirma esta posibilidad real de reclamación de estafas bancarias en estos fraudes con las tarjetas de crédito, respondiendo de dichas estafas el propio Banco.