Y es que el enfoque futuro de la moda, tal como se prevé, pasa precisamente por prendas con tejidos más sostenibles y con una clara trazabilidad. Por ejemplo, cada vez son más las marcas de moda que buscan telas que cumplan con certificaciones como GOTS, GRS y OEKO-TEX que garantice tejidos elaborados con materia prima orgánica y sostenible, materiales reciclados y que, sobre todo, deje claro que no está utilizando productos y sustancias prohibidas para su tratamiento en los talleres de confección.
En la misma línea, se espera desde las fábricas de ropa que próximamente se den pasos hacia una legislación que acorte el proceso desde el diseño, pasando por la elaboración en la fábrica textil hasta el cliente final, permitiendo así que las propias marcas sean las que reciban el producto final, sin intermediación.
Pedidos bajo demanda
De unos años a esta parte, si hay algo que también colabora con esta nueva visión mássostenible en las fábricas textiles es la tendencia de pedidos on demand.
Atrás quedaron los pedidos de gran producción que luego quedaban sin vender. Actualmente, grandes marcas tienden a sacar menos prendas de los talleres de producción y la van incrementando según van recibiendo la demanda.
“La producción de moda bajo demanda permite también un ahorro de costes para las empresas textiles y también para las fábricas de ropa. Más allá de no tener inventarios en stock sin vender, les permite también evitarse espacios en los que almacenar todo el excedente y reducir la huella de carbono de un sector que busca fórmulas para alinearse con la ética, transparencia, calidad y sostenibilidad” concluyen desde Onatex.