De tal modo que ha confeccionado un gobierno compuesto, aparte de por su guardia de corps socialista natural donde se ven reflejadas las dos sensibilidades (tanto la centrista y españolista como la nacionalista que conviven en el PSC), por dos altos cargos de Esquerra republicana que no tenían notoriedad pública pero sí buenas críticas en gestión como Francesc Xavier Vila (política lingüística) o Sonia Hernández (Cultura), como tributo al pacto con ERC, un exconseller de Unió (ex CiU por tanto) como Ramón Espadaler (Justicia), un exconseller de Junts como Joan Samper (Empresa y Trabajo) y por el actual director general de Comunicación y Portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, un hombre que empezó su carrera como jefe de la sala de prensa y portavoz del entonces presidente del Parlamento Europeo José María Gil-Robles (PP). Duch dirigirá la cartera de Acción Exterior.
En total son 16 las consejerías que formarán parte de este gobierno, compuesto por 9 mujeres y 7 hombres (Illa sería el octavo). Con una particular singularidad, que no tendrá vicepresidencias para evitar guerra de egos, al menos por el momento. Las carteras novedosas son la de Política Lingüística que dirigirá un esquerrá como Vila y la de Deportes que dirigirá el exjugador de baloncesto Berni Alvarez, hasta ayer segundo teniente de alcalde y coordinador del Área de Deportes, Educación y Turismo Deportivo en el Ayuntamiento de Tarragona. Así queda el primer gobierno presidido por Illa:
- Albert Dalmau, consejero de la Presidencia
- Miquel Sàmper, consejero de Empresa
- Alícia Romero, consejera de Economía y Hacienda
- Eva Menor, consejera de Igualdad y Feminismos
- Esther Niubó, consejera de Educación y Formación Profesional
- Sílvia Paneque, consejera de Territorio y Medio Ambiente, y portavoz del gobierno
- Olga Pané, consejera de Salud
- Nuria Parlon, consejera de Interior
- Mònica Martínez, consejera de Derechos Sociales e inclusión
- Óscar Ordeig, consejero de Agricultura
- Ramon Espadaler, consejero de Justicia y Calidad Democrática
- Francesc Xavier Vila, consejero de Política Lingüística
- Berni Álvarez, consejero de Deportes
- Nuria Montserrat, consejera de Universidad e investigación
- Sònia Hernández, consejera de Cultura
- Jaume Duch, consejero de Acción Exterior
Resulta curioso que no haya pasado ni media hora desde la toma de posesión de los nuevos consellers y ya surjan las criticas hacia los mismos, sobre todo por parte de Junts x Puigdemont que considera un acto de “traición” que les roben a dos antiguos exconsellers, aunque se apartaran de su “credo” hace tiempo. También hay que valorar el enfado que ha generado en las filas de Comuns y de Podemos el fichaje del democristiano Ramón Espadaler, hasta el “sopas” Echenique no ha querido perder la oportunidad de criticarles.
Y, entonces, tras esas opiniones y otras muchas más adversas, es cuando debemos preguntarnos el porqué Salvador Illa ha confeccionado un gobierno tan multicolor y variopinto y daremos en la clave que era eso lo que pretendía, alcanzar todas las sensibilidades y dejar sin argumentos a sus rivales de derecha a izquierda y viceversa. Cuando los presuntamente “tuyos” se pasan al “enemigo” es que dicho enemigo no lo era y los “tuyos” se están desmoronando. Como dijo Pío Cabanillas ante el desmoronamiento inminente de su UCD de entonces: “cuerpo a tierra que vienen los míos”.
Esa es la realidad que están transmitiendo Salvador Illa y el PSC a los votantes y cargos moderados nacionalistas: huid de Puigdemont y volver al lado menos oscuro de la Cataluña política. ¿Quién decía que no sabía hacer magia el nuevo President?