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Renacimiento de Asia Central: en marcha hacia el desarrollo sostenible y la prosperidad

· Por Kasim-Yomart Tokaev, Presidente de Kazajistán

jueves 15 de agosto de 2024, 09:12h
 Kasim-Yomart Tokaev, Presidente de Kazajistán.
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Kasim-Yomart Tokaev, Presidente de Kazajistán.

(Como consecuencia de la transcedencia e importancia de su mensaje, publicamos a continuación en exclusiva en español para nuestros lectores, el artículo del presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokaev).


Durante siglos, la región de Asia Central ha funcionado como un espacio geopolítico y espiritual unificado, dotado de significativos recursos naturales, un potente capital humano y un rico patrimonio cultural e histórico.

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1.- COMUNIDAD DE OBJETIVOS DE DESARROLLO

La simbiosis entre los estilos de vida nómada y sedentario no solo ha sido la base del sistema económico de la región, sino que también ha determinado la formación de una cultura político-jurídica propia, con un sistema de valores caracterizado por un alto grado de tolerancia y resiliencia ante los cambios. En las vastas tierras de Asia Central, surgieron y colapsaron imperios, evolucionaron modelos políticos y económicos, pero siempre se mantuvo una identidad única. Desde tiempos inmemoriales, nuestros pueblos han interactuado armoniosamente con diversas civilizaciones.

Gracias a esto, la región desempeñó un papel clave en la historia de la Ruta de la Seda y de toda Eurasia, preservando al mismo tiempo su autenticidad étnico-cultural y espiritual.

En la etapa de la historia contemporánea, nuestros estados han pasado por muchas pruebas y dificultades. Las previsiones pesimistas de que las repúblicas de Asia Central se unirían al grupo de los llamados “Estados fallidos” (failed states) no se han cumplido.

Los estados de la región han demostrado su viabilidad y han ocupado un lugar digno en la comunidad internacional.

Gracias a la unidad y la sabiduría de nuestros pueblos, hemos fortalecido nuestra integridad territorial, libertad e independencia.

No sería una exageración decir que hoy en día cada país de la región ha acumulado una experiencia única en la construcción del Estado, el desarrollo de la economía de mercado, la recuperación del patrimonio cultural y la formación de la identidad nacional.

Se han modernizado las instituciones sociales y estatales. Se ha creado una infraestructura y una industria desarrolladas, se han construido miles de kilómetros de nuevas carreteras y vías férreas, y se han edificado importantes instalaciones sociales. Nuestro camino hacia la apertura y la renovación ha asegurado un crecimiento sostenido de las economías nacionales y su integración en las relaciones económicas mundiales.

El desarrollo sistemático de los sistemas de educación, salud y pensiones ha llevado a una mejora significativa de la situación socioeconómica de la población.

Las relaciones interestatales dentro de la región también han experimentado cambios radicales. Entre los países se ha establecido un diálogo bilateral y multilateral constructivo a todos los niveles, y se está desarrollando una cooperación mutuamente beneficiosa.

El progreso en la resolución de cuestiones problemáticas, que anteriormente a menudo provocaban contradicciones y obstaculizaban el desarrollo integral de la cooperación regional, es de gran importancia.

Merecen un reconocimiento los éxitos en la búsqueda de soluciones mutuamente beneficiosas en la esfera hidroenergética. Se están creando condiciones favorables para el avance gradual en la delimitación de fronteras estatales, la mejora del funcionamiento de los puntos de control fronterizo, la expansión de las comunicaciones de transporte, el lanzamiento de nuevas rutas y la facilitación de los viajes mutuos de los ciudadanos.

Los procesos de acercamiento, orientados a la unificación de esfuerzos para garantizar la seguridad a largo plazo y la prosperidad de la región, han adquirido un carácter constante e irreversible.

Hoy en día, las relaciones entre los cinco estados han alcanzado un nivel de asociación estratégica y alianza profundizada, con un contenido concreto tanto en las esferas política como en las económico-comercial y cultural-humanitaria.

Los estados de Asia Central han logrado desarrollar su propia estrategia pragmática de relaciones exteriores, que ha creado un equilibrio estabilizador de intereses entre países y regiones, permitiéndonos ser participantes plenos en los procesos globales.

Los “centroasiáticos”, fortaleciendo su estatus como estados pacíficos, promueven activamente sus ideas y proyectos en estructuras multilaterales, y son fundadores de organizaciones tan exitosas e influyentes como la CEI, la OCS, la CICA, la OCE, la UEE, la OET, entre otras.

Todo esto permite afirmar con seguridad que el “grupo de los cinco de Asia Central” se ha consolidado como un conjunto de países autosuficientes y en desarrollo estable en el corazón del continente euroasiático.

No hay duda de que el pasado histórico común, las tradiciones centenarias de amistad y buena vecindad continuarán siendo una base sólida para la convergencia de nuestros pueblos hermanos.

2.- EL PAPEL DE LA REGIÓN EN UNA NUEVA ETAPA DE DESARROLLO

Gracias a su ubicación geográfica, los estados y pueblos de Asia Central han contribuido durante siglos al enriquecimiento cultural mutuo y al establecimiento de un diálogo intercivilizacional en el continente. Han hecho una contribución significativa a la preservación de la paz y el entendimiento mutuo. Hoy en día, Asia Central sigue cumpliendo con éxito esta noble y responsable misión.

Nuestros estados comparten puntos de vista similares sobre cuestiones como el desarrollo sostenible global, la garantía de la seguridad y estabilidad universales, y se apoyan mutuamente en las estructuras regionales e internacionales, actuando como coautores de importantes resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El creciente peso político de Asia Central como un actor en la política internacional también se evidencia en la aparición de nuevas plataformas de diálogo en el formato “AC+”.

Hasta la fecha, se han celebrado nueve cumbres y reuniones de alto nivel en este formato. En los últimos dos años, se llevaron a cabo las primeras cumbres “Asia Central – Federación de Rusia” (Astaná), “Asia Central – República Popular de China” (Xi'an), “Asia Central – Estados Unidos” (Nueva York), “Asia Central – Alemania” (Berlín), dos reuniones de jefes de estado de Asia Central y la Unión Europea (Astaná, Cholpon-Ata), la primera cumbre “Asia Central – CCG” (Yeda), así como “Asia Central – India” (en formato en línea). Este año, se celebrará en Astaná la primera cumbre “Asia Central – Japón”.

Es importante destacar que otros países, así como organizaciones internacionales, también han mostrado interés en colaborar en este formato. De este modo, se ha dado un paso importante para consolidar la subjetividad de la región en la arena mundial.

El rumbo de desarrollo de Asia Central se basa en la adhesión a los valores tradicionales, combinada con el impulso hacia la modernización y el conocimiento avanzado. Esto convierte a nuestra región en un participante autosuficiente e influyente en el sistema internacional en proceso de renovación. Hoy en día, estamos enfocados en fortalecer nuestro papel como epicentro euroasiático de transformaciones geopolíticas y geoeconómicas internacionales.

El creciente peso económico, la apertura a la innovación y el potencial intelectual crean las condiciones para la transformación de la región en uno de los motores del orden mundial contemporáneo. Más aún, nuestros estados tienen todos los recursos y oportunidades para lograrlo.

Merece especial atención la consolidación de esfuerzos en el marco de la participación conjunta en proyectos regionales con socios externos, con el fin de promover integralmente posiciones comunes en las plataformas de diálogo.

Estoy convencido de que ha llegado el momento de posicionar a Asia Central no solo como un enlace entre Asia y Europa, sino también como un actor regional independiente en las relaciones internacionales, capaz de convertirse en un nuevo centro de atracción global.

3.- NUEVO FORMATO DE INTERACCIÓN

Es evidente que la próxima década será determinante para nuestra región, y depende únicamente de nosotros cómo aprovecharemos esta oportunidad histórica.

En un contexto de turbulencias geopolíticas globales, hemos creado en la región un espacio de confianza y seguridad indivisible, eliminando barreras que impedían la cooperación regional y estableciendo la base para elevar nuestra multifacética colaboración a un nivel cualitativamente superior.

Kazajstán ha establecido relaciones de alianza con Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, y continúa ampliando su asociación estratégica con Turkmenistán.

El acercamiento entre nuestros pueblos también se refleja en la intensificación de los contactos a prácticamente todos los niveles. Las visitas mutuas y las reuniones de los jefes de estado se han vuelto regulares, lo que impulsa el fortalecimiento de los vínculos interparlamentarios, intergubernamentales e interinstitucionales.

El diálogo político activo y la buena voluntad han sido factores clave en la consolidación del desarrollo de la cooperación pentagonal.

Los estados de la región han creado un formato de cooperación centroasiático único, basado en principios fundamentales como el respeto mutuo a la independencia, la soberanía y la integridad territorial, así como la resolución pacífica de posibles desacuerdos.

Se han celebrado cinco reuniones consultivas de los jefes de estado de Asia Central en Astaná, Taskent, Turkmenbashi, Cholpon-Ata y Dusambé. Sin exagerar, los resultados de estas reuniones han profundizado y ampliado la cooperación regional, elevándola a un nivel sin precedentes y otorgando a los procesos de integración un carácter progresivo, sistemático y, lo más importante, continuo.

En la primera reunión en Astaná en 2018, se establecieron las direcciones principales para la interacción de los cinco países de la región, lo que dio un impulso a los contactos en el ámbito de la seguridad regional.

Durante la segunda reunión en Taskent en 2019, los líderes de Asia Central presentaron varias iniciativas de gran alcance para promover la cooperación regional. En particular, Kazajstán propuso la firma de un Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación para el Desarrollo de Asia Central en el siglo XXI y la realización de reuniones regulares de los secretarios de los consejos de seguridad de la región. Un resultado importante fue la adopción del Reglamento para la celebración de las cumbres.

La agenda de la tercera cumbre en Turkmenbashi en 2021 fue particularmente intensa. Los jefes de estado propusieron la convocatoria de Foros Interparlamentarios y de Juventud, así como la creación de un Consejo Empresarial. Un hito significativo fue la aprobación de la simbología de las reuniones consultivas.

Los principales resultados políticos de la cuarta reunión en Cholpon-Ata en 2022 incluyeron el inicio del proceso de firma del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación para el Desarrollo de Asia Central en el siglo XXI, así como la aprobación del Programa de “Agenda Verde” para Asia Central y la Conceptualización de la cooperación en formatos multilaterales.

En la quinta reunión jubilar en Dusambé en 2023, se dio el primer paso hacia la institucionalización del formato de las reuniones consultivas de los jefes de estado de Asia Central. Los líderes de los países decidieron establecer un Consejo de Coordinadores Nacionales (para asuntos de las reuniones consultativas de los jefes de estado de Asia Central).

En la sexta reunión consultiva en Astaná, se avanzará en la celebración de reuniones de los jefes de los departamentos de transporte, se llevará a cabo la primera reunión de ministros de energía, así como una reunión de ministros y responsables de medios de comunicación e información de la región.

En general, las reuniones regulares a nivel superior han dado un impulso significativo al trabajo conjunto en todas las áreas. Esto se refleja principalmente en la adopción de “hojas de ruta” para el desarrollo de la cooperación regional, que establecen medidas para fortalecer la interacción práctica.

Como resultado, se han intensificado significativamente las relaciones comerciales y económicas en la región.

En un período relativamente corto, Asia Central se ha transformado en un espacio de cooperación mutuamente beneficiosa con un potencial dinámico en comercio, inversión y transporte.

En los últimos cinco años (2018-2023), el volumen del comercio mutuo casi se ha duplicado, pasando de 5.7 mil millones a 11 mil millones de dólares. En el último año, el comercio interno aumentó en casi un 25%. Además, el comercio de Kazajstán con los países de Asia Central creció un 26.8% el año pasado, alcanzando los 8 mil millones de dólares.

Los grandes proyectos conjuntos no solo aportan beneficios significativos a sus participantes, sino que también cambian toda la configuración de la economía de Asia Central.

Una dirección importante de la cooperación es el desarrollo de una red de centros logísticos e industriales en las zonas fronterizas, que podrían convertirse en nuevos motores del comercio mutuo y la actividad de inversión conjunta.

La realización del potencial logístico y de transporte de nuestros países adquiere un significado estratégico y se está convirtiendo en un nuevo punto de apoyo para el rápido desarrollo de la región.

Se presta gran atención a la creación de empresas conjuntas en las áreas de industria, energía, agricultura, transporte y digitalización, que actúan como puntos de crecimiento local. Un paso importante en esta dirección será la adopción este año de un Plan de Acción para el desarrollo de la cooperación industrial de los estados de Asia Central.

4.- VISIÓN COMÚN PARA EL FUTURO DE LA COOPERACIÓN REGIONAL

La cumbre anterior en Dusambé reafirmó que los procesos de consolidación de los esfuerzos de los cinco estados en aras de la transformación de nuestro “hogar común” están impulsando la conversión de Asia Central en una región económicamente desarrollada y próspera.

En este sentido, la próxima reunión en Astaná está destinada a abrir un nuevo capítulo en el desarrollo de los estados de la región para el próximo quinquenio (2024-2028).

Hoy en día, en un contexto de desglobalización, la cooperación intrarregional entre los países de Asia Central adquiere una importancia enorme, tanto para preservar la región como un área civilizacional única como para estabilizarla como un organismo cohesivo. La base de esta unidad debe ser la complementariedad entre los estados de la “cinco”, derivada de la comunidad histórica y cultural de nuestros países y pueblos.

Como dijo el gran Al-Farabi: “Toda la tierra se volverá virtuosa si los pueblos se ayudan mutuamente para alcanzar la felicidad”.

En esta nueva etapa de desarrollo, enfrentamos una serie de objetivos y tareas significativas, cuya resolución determinará el destino de la región y de las personas que aquí viven.

PRIMERO. La preservación de la paz y la estabilidad no solo en Asia Central, sino también en las regiones vecinas, es una condición clave para el desarrollo y el progreso a largo plazo.

Uno de los aspectos prioritarios de la política exterior de Kazajstán es el compromiso con el equilibrio. Nos adherimos invariablemente al principio de “La paz por encima de todo”.

Como miembro responsable de la comunidad mundial, Kazajstán aboga por el cumplimiento estricto de los principios del derecho internacional, el respeto a la soberanía y la inviolabilidad de las fronteras.

Puedo decir con confianza que hay muchos países que comparten el punto de vista de Kazajstán. Las posiciones de muchos países se complementan entre sí y están orientadas a la formación de un orden mundial justo y predecible. En estos tiempos de incertidumbre, esto es un fundamento sólido sobre el cual se puede construir una visión constructiva del futuro.

Ante la continua situación político-militar compleja en torno a Asia Central, surge la necesidad de cooperación en el ámbito de la política de defensa y seguridad.

La creación de una arquitectura de seguridad regional adquiere una relevancia especial, incluyendo el desarrollo de un Catálogo de riesgos de seguridad para Asia Central y medidas para prevenirlos.

Las prioridades clave de los Estados de la región son la formación de un espacio de seguridad indivisible en Asia Central, la búsqueda de enfoques integrales para resolver cuestiones clave en la lucha contra amenazas tradicionales y nuevas, la elaboración de medidas de respuesta y prevención, así como la cooperación activa con la ONU y otras organizaciones internacionales y regionales en este ámbito.

SEGUNDO. El desarrollo continuo del potencial económico y el fortalecimiento de los vínculos de cooperación.

Una tarea permanente para nuestros países sigue siendo la formación de una base económica sólida para la cooperación multilateral.

Hoy, gracias a los esfuerzos conjuntos de los países de la región y su potente potencial económico, Asia Central se está convirtiendo en un espacio de grandes oportunidades en comercio, inversiones, ciencia e innovación.

El territorio total de nuestros países abarca 3.882.000 km², con una población de más de 80 millones de personas, y un producto interno bruto conjunto que alcanza los 450 mil millones de dólares. La región alberga aproximadamente el 20% de las reservas mundiales de uranio, el 17,2% del petróleo y el 7% del gas natural. En la producción de carbón y generación de electricidad, Asia Central ocupa el 10º y 19º lugar en el mundo, respectivamente.

La complementariedad de nuestras economías permite garantizar su resiliencia frente a choques externos y diversificar los ciclos de producción y comercio. La implementación efectiva de proyectos económicos conjuntos puede contribuir a este proceso.

Un objetivo importante es el desarrollo tecnológico de nuestras economías. Es necesario alejarse gradualmente de la dependencia de los recursos. En este contexto, los puntos de crecimiento económico pueden ser la digitalización y la industria creativa, que abarcan medios de comunicación, cine, música, diseño, educación y el sector de tecnologías de la información. Los países de la región tienen un buen potencial para crear proyectos conjuntos en esta dirección.

El auge de la industria digital y creativa contribuirá a la transición gradual de una economía basada en recursos a una de producción intelectual.

Estoy convencido de que la cooperación económica en Asia Central puede convertirse, si no en la principal, al menos en una de las fuentes clave de crecimiento para nuestras economías nacionales.

TERCERO. La región tiene todas las posibilidades de convertirse en uno de los centros de transporte y logística más importantes del planeta.

Asia Central se está transformando rápidamente en un eslabón clave en las comunicaciones de transporte global. Primero, con el prometedor proyecto chino “Una Franja, Una Ruta” y el corredor de transporte internacional “Norte-Sur”, en los cuales están involucrados, en mayor o menor medida, todos los países de la región.

Hoy, nuestros países también están promoviendo otras ideas prometedoras para la creación de nuevos corredores de transporte.

Kazajstán, junto con sus socios, está desarrollando activamente la Ruta de Transporte Internacional Transcaspiana (Corredor Medio), cuyos volúmenes de transporte podrían aumentar hasta cinco veces en el mediano plazo.

Se abren nuevas oportunidades con el desarrollo de la infraestructura marítima de Kazajstán, los puertos de Aktau y Kuryk, a través de los cuales pasan volúmenes crecientes de carga desde China, los países de Asia Central, hacia el Cáucaso Meridional, Turquía y más allá hacia Europa.

Los corredores de transporte en desarrollo a través del territorio de Afganistán podrán asegurar la entrada a los mercados prometedores del sur de Asia y a los puertos del océano Índico. Esto responde a los intereses de toda la región.

Al unir y ampliar la cooperación en el ámbito del transporte dentro de Asia Central y con países fuera de la región, podremos alcanzar muchos de los objetivos planteados.

En el próximo período, las direcciones clave de interacción entre nuestros países en el ámbito de tránsito y transporte deberían ser la mejora integral de la comunicación de transporte (aumento de la frecuencia de vuelos, lanzamiento de nuevas rutas aéreas y ferroviarias, modernización de los pasos fronterizos, etc.); el aseguramiento del desarrollo adelantado de la infraestructura de transporte con la implementación de tecnologías innovadoras; la expansión de las capacidades de tránsito y el uso efectivo del potencial logístico de la región.

CUARTO. Elaboración de enfoques comunes para garantizar la seguridad hídrica, energética y alimentaria.

El problema del déficit de agua, que en los últimos años ha afectado prácticamente a todos los países de la región, tiene un impacto negativo en la situación socioeconómica de los agricultores, causando un grave daño económico a la población.

En este contexto, quiero subrayar el papel excepcional del Fondo Internacional para Salvar el Mar de Aral como una plataforma regional única para discutir y resolver los problemas más importantes en los ámbitos hídrico-energético, ecológico y socioeconómico.

Como presidente actual del Fondo, Kazajstán ha propuesto intensificar la cooperación en el marco del Fondo, así como comenzar conjuntamente la creación de un Consorcio Internacional Hídrico-Energético, en el cual es importante también prever un componente alimentario, ya que la cuestión del agua está inextricablemente ligada a la seguridad alimentaria de la región. Nuestro país tradicionalmente aboga por un diálogo constructivo y abierto para resolver estos problemas.

Proyectos energéticos de gran envergadura para toda la región podrían ser la construcción de la central hidroeléctrica de Kambarata-1 en Kirguistán y la central hidroeléctrica de Rogun en Tayikistán. La construcción de estos objetos traerá un efecto multiplicador para todas las partes.

La crisis geopolítica en curso influye en la seguridad alimentaria mundial. Con el fin de minimizar la dependencia de los países de Asia Central de factores externos, surge la necesidad de medidas coordinadas en esta dirección.

En este sentido, Kazajstán ha propuesto desarrollar un Plan Estratégico para la Seguridad Alimentaria en Asia Central hasta 2030, con la creación de una plataforma de información única para el análisis y el intercambio de datos entre los cinco países.

Una herramienta importante para mitigar los efectos negativos del cambio climático global es la transición hacia una economía “verde”.

En la región, existe un fuerte interés en aprovechar el gran potencial natural que tenemos para la energía renovable. Por ejemplo, Kazajstán planea aumentar la participación de las fuentes de energía renovable (FER) al 15% para 2030, y para 2060, tenemos la intención de alcanzar la neutralidad de carbono.

El amplio uso de fuentes de energía renovable no solo beneficiará al medio ambiente al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también contribuirá a mejorar la seguridad energética y a crear nuevos empleos. El fortalecimiento de la cooperación en este ámbito puede ser impulsado por un mayor intercambio de conocimientos, recursos y mejores prácticas.

QUINTO. El recurso más importante y valioso de Asia Central es la joven generación intelectual.

Asia Central es una de las regiones más “jóvenes” del mundo. La edad promedio de la población aquí es de solo 28,7 años.

Según las estimaciones de la ONU, para 2040, la edad promedio de los habitantes de la región disminuirá aún más, situándose en 28,3 años, lo cual es significativamente más bajo que las proyecciones para otras regiones, como América del Norte (41,5), Europa (46,8) y China (48).

Este es una ventaja competitiva única, que abre amplias oportunidades para el desarrollo económico y social de los cinco países. La juventud puede convertirse en la fuerza motriz de los procesos de renovación en las esferas económica, tecnológica y cultural. En las manos de la generación emergente reside la clave del éxito en un entorno de competencia global.

En este contexto, las tareas importantes son profundizar la cooperación en ciencia y educación, fortalecer los lazos juveniles y crear plataformas conjuntas destinadas a ampliar las oportunidades y realizar el potencial de la juventud.

Por su parte, Kazajstán apoya activamente el desarrollo de la cooperación interuniversitaria, la apertura de sucursales cruzadas de universidades y facultades conjuntas.

Valoramos mucho el deseo de los jóvenes de los países vecinos de obtener educación superior en Kazajstán y, en respuesta, estamos aumentando significativamente las cuotas para el estudio en nuestras universidades. Actualmente, cerca de nueve mil estudiantes de Asia Central estudian en universidades kazajas.

En los últimos años, se han abierto representaciones de varias universidades extranjeras de primer nivel en nuestro país. El número de universidades que realizan investigaciones científicas está creciendo. Se están abriendo parques tecnológicos y centros de ingeniería.

Este trabajo se lleva a cabo en el marco de nuestra meta estratégica de convertir a Kazajstán en un centro educativo regional.

Actualmente, estamos avanzando de manera conjunta hacia la construcción de un espacio único de educación superior en Asia Central.

SEXTO. Una misión importante es la formación de una identidad civilizacional para nuestros países basada en la armonización de los vínculos culturales y humanitarios entre los pueblos hermanos.

Al construir la imagen moderna de Asia Central, también estamos creando una nueva visión de la identidad nacional y regional de nuestros ciudadanos.

Nos une una mentalidad centroasiática especial, sobre la cual se han formado una cultura y tradiciones únicas. Los pilares de la identidad centroasiática son el respeto por las raíces históricas comunes, el diálogo intercultural y la armonía interreligiosa.

La memoria histórica es el fundamento de la conciencia nacional de nuestros pueblos. El justificado orgullo por los logros de nuestros antepasados y nuestra rica cultura es un poderoso impulso para el desarrollo exitoso de las naciones en el presente y su ascenso seguro en el futuro. Por lo tanto, debemos prestar más atención a las brillantes páginas de nuestro pasado común.

Considero muy necesaria la tarea de escribir una historia común de Asia Central basada en fuentes turcas, persas, árabes, chinas, rusas y europeas occidentales.

Para mejorar nuestra competitividad global, debemos seguir incesantemente objetivos comunes, manteniendo nuestra unidad. Como dijo el gran Abay: “El principio del éxito es la unidad”.

En un contexto de promoción de proyectos geopolíticos e ideologías en el mundo, la región debe proteger su código espiritual y cultural, que ha absorbido las mejores tradiciones de hospitalidad, solidaridad y ayuda mutua, preservación de los valores familiares y mucho más.

En conclusión, quiero enfatizar: la cooperación regional no solo es una realidad objetiva, sino también una necesidad vital.

En un contexto de incertidumbre geopolítica y degradación del modelo mundial establecido, esta es, de hecho, la única aproximación pragmática. Nuestro futuro depende del fortalecimiento de la cohesión, la confianza mutua y la apertura al mundo. Solo sobre la base de estos principios podremos garantizar el renacimiento de Asia Central como una región dinámica, innovadora y culturalmente rica.

El fortalecimiento de la unidad regional será la respuesta más óptima a los desafíos actuales y futuros, permitirá desarrollar enfoques consolidados para mitigar las tendencias negativas, y se convertirá en la base de medidas efectivas para contrarrestar cualquier fuerza externa.

Con este fin, Kazajstán propuso la preparación de una “Concepto de Desarrollo de la Cooperación Regional “Asia Central-2040”, que refleja los lineamientos para el desarrollo futuro de la cooperación multilateral entre los cinco países.

Por nuestra parte, seguimos firmemente el principio de “Una Asia Central exitosa es un Kazajstán exitoso” y estamos dispuestos a avanzar en los procesos de integración tanto como lo estén nuestros socios y aliados estratégicos en la región.

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