Usted se fue de Ciudadanos por sus continuos tumbos. Pero NEO es ya su cuarto partido político, ¿no es usted quien da tumbos?
Aunque parezca un poco engreído decirlo tan abiertamente, yo siempre me he mantenido en el mismo sitio. Son los partidos los que se apartan de sus ideales fundacionales. En UPyD no cuidaron nada las provincias con la gente a la que daban responsabilidades (a mí, por ejemplo, me sustituyó como coordinador provincial de Málaga un simpatizante de Evo Morales); en Ciudadanos se actuó como marca blanca del PP, y daban responsabilidades a verdaderos cenutrios con tal de que fueran borregos seguidores del líder (casi todos ellos ahora, por supuesto, en el PP); y en Cree acordamos que si fracasábamos en las Europeas nos disolveríamos. 9.000 votos cuando esperábamos entre 100.000 y 300.000 es un auténtico fracaso, como así se lo dije a Edmundo en la noche electoral y asintió. Además decían que una de las dos ‘E” de CREE significaba Ética y después dieron mil argumentos para no aprobar un código ético que trabajamos Juan Urruticoechea y yo. Ahora él es otro de los fundadores de NEO.
¿Y qué le hace pensar que NEO no se apartará de sus ideales iniciales como dice que hacen los demás?
Para empezar lo hemos fundado cuatro idealistas que pasamos con creces los 40, algunos cerca de los 60. Nuestra vida profesional la tenemos resuelta. Nuestra dosis de ego también la tenemos más que amortizada. Nos hemos metido en esto porque queremos realmente cambiar las reglas de juego del sistema político, y en eso nos diferenciamos mucho del centro que siempre es tibio.
Y además, porque precisamente no nos creemos mejor que nadie, tenemos un código ético obligatorio. Quien no lo cumpla va fuera sin contemplaciones.
Códigos éticos tienen todos los partidos…
Pero son códigos para cumplir el expediente. Cuando los cuatro fundadores dimos un portazo en Cree, en ese partido acabaron haciendo un código, pero es menos riguroso aún que el que presentamos Urruti y yo y que ya nos descafeinaron. En NEO lo que hicimos fue retomar nuestro código original, antes de que nos lo rebajaran, e incluso lo fortalecimos.
Hay otra plataforma que está presentando su código ético a diferentes administraciones públicas y no le gusta el nuestro porque lo ven excesivo e irrealizable. Nosotros sabemos que se puede hacer si se quiere, es solo cuestión de voluntad política.
«Para entrar en política se debería haber trabajado qué menos que 5 años fuera, y no estar más de 12 en la política»
¿Qué dice ese código en esencia?
- Prohíbe contratar a familiares y parejas en la administración. Casos como el del hermano de Pedro Sánchez, la mujer del número 2 del PSOE de Navarra, o incluso el ceder el testigo a tu mujer para que sea alcaldesa (Ana Botella) o ministra (Irene Montero) no serían posibles.
- Prohibido contratar productos y servicios de empresas o personas que son pareja o familiares de cargos públicos. La empresa de Santos Cerdánno podría haber ganado licitaciones públicas. Y es más, por ejemplo, mi empresa editorial jamás podrá llevar la cartelería o el merchandising de NEO.
- Transparencia y rendición de cuentas del uso del dinero público. No puede ser que España tenga por ley el doble de plazo que Eslovaquia, Polonia o Portugal para responder a las solicitudes de transparencia. Y normalmente hasta se salta sus propios largos plazos.
- Mecanismos incentivadores para minimizar la corrupción. Aquí proponemos una medida muy revolucionaria: que la persona o grupo de personas que denuncien un caso de corrupción reciban una compensación económica igual al 15 % de todo el dinero que la administración del Estado recupere gracia a esa denuncia; y que cualquier empleado o funcionario público que sea condenado por corrupción, perderá su trabajo y su condición de funcionario y tendrá que pagar al Estado una multa por el triple de la cantidad que esa persona haya cobrado como pago por su colaboración con el delito de corrupción.
- Terminar con la casta política. Para acceder a cualquier puesto político remunerado se exigirá un mínimo de 5 años cotizados en cualquier trabajo fuera de los puestos políticos institucionales u orgánicos. Además establecemos la limitación de dos mandatos para todos nuestros cargos institucionales, a excepción de los alcaldes que dispondrán de tres como máximo.
«La división ya no es izquierda y derecha; es de productores y parásitos»
Cuando surge un partido nuevo es inevitable preguntarles si es de derechas, de izquierdas o de centro.
Pues lo que voy a responder pudiera parecer que es esquivar la pregunta. Pero es que para nosotros esas diferencias son antiguas. Creemos que la división está en otro eje, el de los productores (trabajadores y empresarios) y el de los parásitos extractivos (la casta política y sindical). ¿Cómo calificaría nuestros cinco puntos anteriores, de izquierda o de derechas? Pues yo creo que claramente defiende a los productores de los extractivos.
«Criticar la casta política podría sonar a podemita hace diez años. Pero Podemos ahora es casta. Vox también es casta»
Lo de criticar la casta política suena a Podemos, mientras que denunciar la casta sindical suena a ultraderecha.
Y sin embargo, que somos víctimas de ambas castas, es una sensación generalizada entre la población que ambas nos chupan la sangre. ¿Por qué si estoy en paro tengo que ir a un curso que imparte el sindicato tal en lugar de que me den un cheque para elegir el curso que mejor me ayude a encontrar un empleo? Esta postura es si acaso liberal, no ultra, pero más bien es de sentido común.
Y criticar la casta política podría sonar a podemita hace diez años. Pero Podemos ahora es casta. El nepotismo que ha tenido ese partido y sus satélites —como el de Ada Colau— es una muestra de ello.
Vox, que se presentó no como un partido de extrema derecha si no de extrema necesidad, también es casta. Tienen de todo: partido, sindicato, fundación, think tank, periódico, y casi todos ellos recibiendo subvenciones.
¿NEO es un partido antisistema?
No. En absoluto. Pero es un partido con la suficiente valentía como para reformar —o cargarse— aquello del sistema que la mayoría quiera cargarse. Uno de Ciudadanos me preguntó en una ocasión que si no era yo demasiado valiente para estar en un partido como ése. Eso me hizo reflexionar mucho. En mi etapa en Cs tomé medidas ‘revolucionarias’ como obligar a bajarnos el sueldo los diputados provinciales un 7% (a los cuatro meses de irme se lo subieron un 20%), reduje casi a la mitad los cargos de confianza en la Diputación de Málaga (que los volvieron a subir PP-Cs), obligué a publicar el dinero que daba ese ente a cada medio… Pero me quedé corto por culpa de mi partido, que al final no redujo chiringuitos (Juan Marín preside uno de ellos, el Consejo Económico y Social sin ser economista, ni si quiera licenciado en algo) y tuvo aptitudes muy cobardes en muchos temas, siendo el partido que más se abstenía. Eso en NEO no pasará.
¿Tienen intención de presentarse a las Generales?
Un partido nace para llegar a las instituciones y acabar con las injusticias a través de cambios legislativos. Y para eso hay que presentarse y contar con el apoyo de por lo menos una parte considerable de la población. Cuándo nos estrenaremos, pues dependerá de la evolución de nuestro crecimiento.
¿Con quién ve más fácil acuerdos, con el PSOE o el PP?
Nuestra situación ideal sería no necesitar a esos partidos tan corruptos. Cualquier partido que quiera pactar con nosotros tendrá que firmar y asumir nuestro código ético.
¿También trabajaréis el ámbito local?
Por su puesto. Uno de los errores de los partidos nuevos con independencia de su ideología (UPyD, Ciudadanos, Podemos y Vox) es que actúan como plataformas electorales para encumbrar al líder. Y pasan absolutamente de cuidar el ámbito local. Nosotros estamos abiertos a que entre quien quiera a nuestro partido, pero a quién se dé responsabilidad será cuidadosamente seleccionado. Si este trabajo se hace mal, te conviertes en un partido plagado de concejales que acaban pasándose a no adscritos, como le ocurrió a Ciudadanos y le está pasando a Vox. Para evitar eso está Jose Manuel Salazar, nuestro secretario de Organización, una persona a la que no le tiembla el pulso y que siempre habla de frente.
A lo largo de la entrevista ha dicho que lo fundasteis cuatro idealistas. Ya han salido tres nombres. ¿Quién es el cuarto?
Miguel Ángel Esteban, catedrático en Comunicación de la Universidad de Zaragoza. Un fiera analizando datos, igual que Urruti, y con mucho conocimiento en estrategias de comunicación, cuyos resultados en NEO se irán viendo dentro de poco.
Hace unos días me reuní con un simpatizante y me preguntaba que si era necesario para tener un puesto de responsabilidad en NEO tener una carrera universitaria. Me chocó la pregunta. Quizá me la hiciera porque los fundadores somos cuatro licenciados, todos además con postgrados. Pero le dije que por supuesto que no es necesario. Lo que sí es imprescindible es tener experiencia laboral —o de voluntariado activo—, gente que haya pisado la calle, no parásitos que entran en las juventudes de un partido (NEO no tiene) y se agarran como una garrapata saltando de un puesto a otro durante decenios.
El que los fundadores tengamos esos títulos ha sido fruto de la casualidad. Debatíamos mucho entre nosotros, hasta que pensamos que éramos un buen equipo para intentar algo casi imposible: un nuevo partido que tenga la suficiente fuerza para cambiar el país a mejor. Pero es CASI, no del todo imposible, por eso nos hemos lanzado.
«La derecha tiene que entender que para gobernar tiene que tener mayoría parlamentaria, no basta con ser el partido más votado»
Desde la sociedad civil, no sólo desde el PP y Vox, se están realizando manifestaciones para que se convoquen elecciones. ¿Participáis en ellas?
No hemos participado. Algunas, no todas, de esas asociaciones solo buscan que la derecha llegue al poder. Y la derecha tiene que entender que el sistema político que tenemos en España es el de mayorías parlamentarias, y por tanto no basta con ser el partido más votado. Nosotros detestamos la ley electoral —ésa que no quieren cambiar PSOE y PP entre otros—, pero entendemos que para nombrar un presidente de gobierno se tiene que alcanzar una mayoría parlamentaria. No se puede estar reclamando elecciones hasta que, por fin, gane la derecha.
La situación de corrupción del PSOE tiene al gobierno contra las cuerdas. Detestamos también que el gobierno de España dependa de separatistas, uno de ellos con un terrorista no arrepentido al frente de su partido y otro con un golpista. Pero creemos que se necesita un cambio de sistema. ¿De qué servirá que ahora el PP, en lugar del PSOE, sea el que gobierne con PNV y Junts, o que lo haga con el delegado de Donald Trump en España?
Yo no sé cuál es más corrupto, PSOE o PP, depende la fuente que se consulte da uno u otro. Pero sí sé que son los dos partidos con más corrupción, tanto en número de casos como en cantidad de dinero. ¿No hay otra alternativa que cambiar a Al Capone por Lucky Luciano? Nosotros creemos que sí y por eso hemos fundado NEO.