Serradilla, que se había desempeñado como profesor universitario en Córdoba, y residente en Santander, participaba en un viaje en grupo promovido por la Comunidad de Madrid cuando se sintió repentinamente mal. Y ha terminado como ha terminado. Su familia lanzó en vano una campaña de recaudación de fondos para intentar repatriarlo, ya que su estado se agravaba con sucesivas infecciones. También solicitaron en varias ocasiones apoyo logístico a la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER), dependiente del Ministerio de Defensa. Jamás hubo respuesta.
Durante esos dos meses de agonía y de SOS que el gobierno de España nunca quiso escuchar, Serradilla estuvo acompañado por su pareja -con quien había viajado- y por su hija, Sara, que voló inmediatamente a Vietnam tras su ingreso, antes de ser puesto en cuidados paliativos. Disponía de seguro médico que cubrió gran parte de los gastos durante su ingreso en la UCI. Sin embargo, la póliza no incluía la repatriación en un vuelo medicalizado, necesaria por su delicado estado.
La familia de Serradilla recaudó algo más de 170.000 euros con su campaña, insuficientes para costear el vuelo con las condiciones de una UCI aérea, y la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER), el equipo sanitario de élite del Ejército del Aire y del Espacio especializado en traslados médicos complejos ni apareció ni en realidad se la esperó. La misma UMAER que ha participado, en cambio, en la aeroevacuación de varios gazatíes enfermos para recibir tratamiento médico en España. Españoles vejados, ninguneados, desoídos, tratados como ciudadanos de segunda o tercera y viendo como el Estado, bajo la férula de la arbitrariedad y la corrupción sistémica en tiempos del PSOE, destina recursos a segundos y terceros necesitados, pero deja en la cuneta con vileza y bochorno a los suyos. Puros traidores.
España, bajo la férula de un miserable, corrupto y traidor PSOE es ese Estado que seguirá destinando este mes de noviembre, y el de diciembre, y en enero del 26 una morterada de millones de euros (los que sea menester, y más, que no falte) para sostener a los menas, a los que están y a los que llegarán. España es ese Estado que seguirá destinando, como acaba de hacer, 300.000 euros para promover el uso de ‘bolsas ecosistémicas’ en Mali, y cantidades mucho mayores a causas aún más increíbles. Y nadie en su sano juicio podrá pensar que España dejará de ser un Estado que veja y abandona inicuamente a los suyos salvo que, de forma irremediable, escape de la férula de este miserable, corrupto y traidor PSOE. Algún día y por fin.
Si (
No(
