Tras el diálogo entre Putin y Trump parece que se abre una puerta a la esperanza. Los presidentes de EE.UU. y Rusia, Donald Trump y Vladímir Putin, sostuvieron una reunión "muy constructiva" durante la cumbre del G20. Sobre esto informó el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, en una conferencia de prensa posterior al encuentro. "Hubo una química positiva muy clara entre ellos", indicó Tillerson. El secretario agregó que había "tanto de qué hablar" que ninguno de los dos mandatarios "quería parar". El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que su reunión con el líder ruso, Vladímir Putin, fue "extraordinaria".
Incluso la reunión, que no debía durar más de 30 minutos, acabó alargándose más de dos horas. El buen ambiente hizo que la primera dama, Melania Trump, entrara al recinto donde se encontraban ambos líderes para tratar de "sacar" a su marido de la reunión, comentaban en tono de broma.
Entrando en materia ambos comparten "el mismo interés" por solucionar el conflicto en Siria. El acuerdo incluye las tres gobernaciones situadas al sur de Damasco: Dara'a, Quneitra y Al Suveida. Los pasos adicionales para mantener el alto el fuego podrían incluir el despliegue en las zonas incluidas de alguna fuerza de monitoreo, cuya composición no ha sido determinada. EE.UU., Rusia y Jordania tardarán al menos varias semanas en llegar a un compromiso. En referencia a los socios que participan en estas conversaciones, el funcionario afirmó que da por sentado que "quieren implementarlo en serio".
También la desnuclearización de la península coreana. Sin embargo, el secretario aclaró que Trump y Putin tienen ideas muy diferentes en cuanto a la forma de lograr ese objetivo, y subrayó que EE.UU. no apoya la propuesta ruso-china, que presupone la congelación del programa nuclear y de misiles de Pionyang, así como la suspensión de los ejercicios militares conjuntos de Washington y Seúl.
Los presidente también se han puesto serios para detectar fallos anteriores y han llegado a la conclusión que una de las causas fundamentales de los anteriores intentos fallidos de alcanzar un cese el fuego en Siria fue, en opinión del diplomático estadounidense, la "falta de un grupo de monitoreo fiable". Aunque espera un cambio, no descarta que "los grupos extremistas subordinados a Al Qaeda o el Estado Islámico traten de impedir ese acuerdo".
Pero ahora todo puede ser diferente, especialmente si los medios norteamericanos, con su constante presión a la administración Trump, les dejan trabajar y, junto con las propuestas de Putin, alcanzar los objetivos comunes de paz y estabilidad para el mundo.