GENERAL MOTORS, a través de su filial CRUISE, está probando una flota de coches autónomos. En el caso concreto al que nos vamos a referir, se trataba de un Chevrolet Bolt que se vio implicado en un “accidente” y lo pongo entre comillas porque no hubo heridos. El coche se encontraba en “conducción autónoma” cuando “no cedió el paso” a un peatón en un paso de cebra y lo vio un policía. Ocurrió en San Francisco. El primer elemento: El coche pasó muy cerca del peatón según la visión personal y directa del agente, frente a los sensores del coche marcaban 3,3 metros. ¿Qué apreciación tiene más valor jurídico? La visión personal y directa del agente (todos o casi todos hemos sufrido en propias carnes lo “errónea” que puede llegar a ser) o un aparato de medida de una empresa de automóviles (esas que trucaron pruebas, manipularon sensores, etc. violando la legislación para poder vender sus coches)?.
Si se cree al guardia frente a un aparato de medida (hemos de suponer no se encuentra manipulado), cuando el guardia me ponga, a mí, pobre mortal, una sanción injusta ¿qué esperanza tengo de recurrir su multa con éxito, si no se cree ni a las máquinas de medida?
Si se cree a la máquina frente al policía y al policía frente al ciudadano… tendré que comprarme un coche autónomo para sobrevivir a los municipales. Como dicen ahora ¿soy la base de la cadena alimentaria de ingresos por multas del Ayuntamiento?.
La segunda cuestión que se plantea es una anécdota: “El policía detuvo el coche para multarlo”. ¿Cómo se puede detener un coche autónomo por parte de la autoridad? ¿Cómo ordenar a un coche en autopista que se aparte y se detenga? ¿Cómo se puede montar un control de carretera y que unos coches paren y otros no? Es una cuestión técnica, tal vez con un mando de ultrasonidos, pero si lo coge el hijo del policía, un tal Bart Simpson, un hacker, etc. …
Otra pregunta es: ¿Y cuándo procede la inmovilización de un vehículo autónomo?.
Como humano, si conduzco una moto sin el casco puesto, me multan, me lo pongo y continúo pero, si no lo llevo, me inmovilizan la moto. Si doy positivo en un control de alcoholemia o drogas, no se me permite continuar conduciendo porque la causa de la infracción continúa existiendo. Me dejan un par de horas “aparcado” en el arcén.
En el caso que nos ocupa, el coche autónomo es perfecto, por resolución de Tráfico, Industria, etc. Cuando la realidad contradice a Industria y a la D.G.T., y un coche en conducción autónoma atropella a un peatón o pasa muy cerca, ¿el fallo es del diseño de los sensores, de la calibración de estos o del “software”?
Si el fallo es por sensores mal calibrados estamos ante un fallo puntual como el del conductor sin casco o borracho. Debe inmovilizarse el coche hasta que se recalibren sus sensores, o llevárselo con una grua.
Si el fallo es en la fabricación del sensor, como ha ocurrido en otras ocasiones con otras piezas defectuosas de la industria del automóvil, deben de cambiarse en todos los sensores de todos coches de ese modelo, como se ha hecho en el pasado con otras piezas, pero, ¿vamos a permitir que circulen 1.000 ó 2.000 vehículos “tuertos” aunque solo sea para ir al taller?. ¿Se va a bloquear al vehículo o al modelo mientras no se acredite que esta reparada toda la flota?.
Si el fallo es del “software”, su reparación es fácil pero “exige” la inmovilización inmediata de todos los vehículos que funcionen con ese programa. Si ha ocurrido un accidente por su causa pueden ocurrir más.
En todos los casos, una cosa es clara, si no se puede conducir sin casco, ni borracho, un modelo con este tipo de fallos no puede ir por sí solo al taller para que lo reparen, se impone el transporte en grúa. Creo que las primas del seguro y las demandas a las empresas fabricantes de automóviles van a tener un “pequeño” repunte.
Por último la pregunta de fondo, la no formulada hasta ahora: Si todos los sensores de un modelo son iguales e idénticos, todos los programas que controlan ese modelo de vehículo son iguales, ¿una infracción nos permite inferir que ésta se repetirá más veces en ese vehículo y en todos los del mismo tipo?
Si la respuesta es afirmativa: ¿Una multa de un policía municipal es suficiente para parar todos los coches de ese modelo? ¿Serán necesarias 3 ó 4 multas del mismo artículo, cometidas por el mismo tipo de vehículo? ¿Bastará con un muerto o necesitaremos una docena? No me cabe duda que el legislador regulará lo más conveniente para proteger aquel interés que sea más digno de protección.
Para los abogados es un nuevo mundo. ¿A quién se pone la multa?:
-¿Al no conductor, que no conduce el coche, por ir en modo autónomo? No parece un planteamiento correcto.
-¿Al propietario, mecánico, fabricante o vendedor que no ha realizado el mantenimiento del sensor o a la fábrica, cuyo producto mal diseñado ha provocado la infracción?
-¿Al programador del “software”?
Actualmente, en virtud del principio acusatorio se obligaría al Ayuntamiento a investigar y probar una mala calibración, un fallo en el sistema, defectos en los sensores, etc para poner una multa. Quien multa debe probar la infracción. Sí el Ayuntamiento acusa por un fallo en un sistema, contradiciendo un permiso de circulación y unos controles de Industria que afirman lo contrario … ¿qué menos se le puede exigir?. La multa se volverá un procedimiento ruinoso un el Ayuntamiento y una injerencia de la Administración en la privacidad del individuo. Si detienen mi vehículo para estudiarlo, con su GPS, etc… , a saber cómo sale mi coche tras pasar dos semanas en un recinto municipal; a saber cuántas escuchas, localizadores, etc. le habrán colocado (diría nuestro amigo Puigdemont)y cuantas multas me van a poner por lo que conste en el GPS...
Si buscamos al último responsable (acusar al fabricante del automóvil), resulta impensable creer que se va a acceder a los secretos industriales de esta nueva tecnología. Es menos creíble todavía que el legislador habilite las normas necesarias para poder investigar y multar al fabricante, si se lo merece ...
Terminaremos con cambios legales, cambios en la interpretación del principio acusatorio. Nos contarán la importancia de la “responsabilidad objetiva” (está claro quien el objetivo, quien es el pagador de la multa, no tanto la causa ni la responsabilidad) y se acabará multando al ciudadano por un comportamiento no volitivo realizado por otro: máquina, mecánico, fabricante del sensor, empresa de automóviles o diseñador de “software”. Estos últimos quedarán impunes y no obligados a rectificarlo, para que las empresas puedan seguir vendiendo un coche que generará más infracciones, para beneficio de las arcas municipales, incluso cuando pueda implicar la muerte de ciudadanos en accidente.
¿Y cuándo el fallo sea poner el coche a 220 Km/hora en automático? Pues igual pero en lugar de multa, con condena penal y cárcel para el no conductor, que infringió el código penal sin dolo, sin culpa, sin voluntad, etc.
Y parafraseando el anuncio de una conocida aseguradora, si se pone a 220km/h con un muerto, eso ya …
Como conclusión, dado que la credibilidad de la máquina terminará estando por encima de la visión del agente en el Juzgado y lo declarado por el policía siempre está por encima de la declarado por el ciudadano, cuanto mayor sea el número de coches autónomos más difícil va a ser que el pobre policía cubrir su cupo de multas, ese que las autoridades dicen que no existe y que los ciudadanos mal pensados citan a todas horas.
¡Me voy a ver en la obligación de comprarme un coche autónomo para discutir las multas de la policía!, pues, cuando coja mi 600 con platinos y varilla de aceite, se acercarán todas las autoridades, cual moscas al único coche multable, perdón, cual moscas a la miel, para cubrir su inexistente cupo de multas.
Aunque todo esto es sólo un posible futuro, una ficción, porque estos automóviles todavía no han llegado a España. Aquí, los municipales no con como los de San Francisco y, además, estamos en un país moderno, europeo y democrático, donde esas cosas nunca llegarán a pasar.