Y es que, según los últimos datos oficiales publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT) correspondientes al año 2016. En España se produjeron un total de 102.362 accidentes con víctimas, de los cuales 36.721 se produjeron en vías urbanas, mientras que 65.641 lo hicieron en interurbanas. El balance total de víctimas contabilizado en estos accidentes de tráfico fue de 142.200, de ellas 1.810 personas fallecieron, mientras que 9.755 tuvieron que ser hospitalizadas.
“Estas cifras no hacen otra cosa que confirmar que cualquier persona por prudente que sea puede ser víctima de un accidente de tráfico, incluso cuando no se está empleando un vehículo a motor. Últimamente, por desgracia, son constantes las noticias sobre atropellos a ciclistas o a peatones en vías urbanas e interurbanas” indica Nieves Colmenarejo.
A la hora de solicitar una indemnización lo más usual es tener en cuenta las lesiones físicas que ha sufrido la víctima. Sin embargo, cada vez con más frecuencia se tienen en cuenta también los daños psicológicos asociados a estos accidentes que en innumerables ocasiones causan estrés postraumático y otros daños psicológicos y que requerirán de profesionales durante un largo período.
Por eso, y a pesar de lo duro que resulte enfrentarse a este proceso, lo mejor será siempre contar con un buen abogado especializado en estos asuntos.