Al invertir en divisas, no te juegas la vida (aunque nunca está de más vigilarse el sistema cardiovascular), pero arriesgas tu capital. Evidentemente, no es lo mismo poner en riesgo lo que has ganado haciendo horas extras en una semana que jugarte los ahorros de toda la vida. En cualquier caso, a nadie se le ocurre darle el dinero al primero que pase.

Desafortunadamente, eso es lo que ocurre cuando no se hace un trabajo de investigación profundo sobre el bróker que se elige para acceder al mercado. Puede ser porque, a la hora de explicar qué es Forex, solemos obviar los tipos de brókeres online disponibles en el ciberespacio. Y eso que, grosso modo, se pueden agrupar en dos categorías bien definidas: los Dealing Desk (DD) y los Non Dealing Desk (NDD).

Brókeres con mesa de dinero

La principal diferencia es si el bróker maneja las operaciones de los inversores a través de una mesa de dinero o no. En cristiano, esto significa que hay brókeres que crean sus propios mercados (de ahí que se conozcan como market makers) y otros que simplemente sirven de intermediarios entre el mercado ‘real’ y los inversores. Esto quiere decir que, si inviertes a través de un DD, tus operaciones se quedan en la mesa del bróker.

Esta circunstancia fuerza a los market makers a asegurar la liquidez, convirtiéndose en una suerte de casa de apuestas. Es el propio bróker al que dejas tu dinero el que hace de contraparte en cualquier operación que realices. Los brókeres con mesa de dinero asumen el riesgo; siempre en base a complejos cálculos matemáticos y, por supuesto, contando con el respaldo de miles de usuarios.

La comparación con las casas de apuestas es bastante pertinente, aunque hay que matizar algunas cosas. Si realizas una apuesta deportiva, hay una ganancia y una pérdida bien definidas y asumidas. En el caso del mercado de divisas, esto no es tan simple, ya que es el mercado ‘real’ el que determina lo que pierdes y lo que ganas. Este beneficio potencial también se ve alterado, y mucho, por el aguante psicológico del inversor.

Brókeres sin mesa de dinero

El movimiento del precio y la psicología son igual de determinantes en los brókeres NDD. Eso sí, al prescindir de mesa de dinero, tus operaciones van directamente al mercado, de forma automática y directa. La liquidez se asegura gracias a proveedores, como ocurre en los brókeres Straight Through Processing (STP), abastecidos por entidades financieras potentes y bancos internacionales.

Hay brókeres que, además de disponer de proveedores de liquidez de gran calado, crean redes clientelares (en el buen sentido del concepto) formadas por traders e incluso otros brókeres. Se conocen como brókeres Electronic Communication Network (ECN), en alusión a esa red electrónica que se genera. Esta interconexión de múltiples actores confiere a los ECN una profundidad de mercado superior a la de los STP.

¿Qué tipo de bróker es mejor?

Aunque los brókeres DD se suelen comparar con casa de apuestas, esto no quiere decir que sean peores que los NDD (siempre y cuando estén regulados, claro). Al final, en Forex siempre hay una reminiscencia a casino evidente. En realidad, el principal problema que se le achaca a los operadores con mesa de dinero es el conflicto de intereses que se crea entre el bróker y el cliente.

En cualquier caso, y recuperando el símil con los casinos y las casas de apuestas, los brókeres DD ya asumen que existe una probabilidad de pérdida. Además, cuentan con los ingresos derivados del spread, que suele ser bastante ajustado. De hecho, ofrecer un diferencial bajo y fijo es uno de los principales reclamos de los market makers; por no hablar de la flexibilidad en los depósitos para comenzar a operar.

Si estás empezando y vas a invertir poco dinero, un bróker DD es mucho más recomendable, y no solo por la posibilidad de aportar un capital reducido o por los spreads bajos. También puedes operar con microlotes, algo indispensable si no quieres apalancarte en exceso dando tus primeros pasos en el mercado de valores. Te ahorrarás sorpresas desagradables, y muchas visitas al médico.