Cifras positivas en los sectores de la construcción y el comercio favorecen el impulso y la consolidación de las empresas que producen repulsados. España ha crecido el doble que la media europea y los salarios experimentan una leve subida. Cómo afrontan las nuevas demandas los fabricantes de repulsados.
La manufactura de repulsados ha sido siempre un sector poco renombrado en materia económica. A pesar de que sus clientes abarcan rubros tan diversos como caldererías, metalisterías, cedacerías, proyectistas urbanos, fábricas de lámparas, fábricas de sanitarios y hasta la industria aeroespacial, los fabricantes de repulsados han sido siempre el colaborador trabajador y silencioso de la manufactura y el comercio.
Sin embargo, es hora de reconocer que se trata de un sector pujante que abastece a muchos eslabones de la cadena productiva y, en este año que comienza, se ve favorecido por la lenta pero firme mejora en los índices económicos.
De acuerdo a los pronósticos, el sector de la construcción crecerá un 3,1% en el 2020 y un 2% en el 2021. El mercado de la vivienda, en particular, es el más favorecido por los pronósticos ya que hay señales para pensar que este segmento prolongará el ciclo de crecimiento que abrió hace un par de años y trepe a un 6% en 2020. Se espera que con la ayuda de la estabilidad política y la reducción del ajuste, las cifras positivas alcancen también al comercio.
Con respecto a la industria, se cree que las medidas adoptadas para el impulso de la competitividad económica, generarán condiciones propicias para el crecimiento, siempre y cuando la estabilidad política no arroje nuevas sorpresas.
La evolución salarial también indica la recuperación de estos sectores económicos, ya que el salario medio bruto creció un 1,89 % en el 2019.
Estas proyecciones impactan positivamente en los sectores relacionados, como es el caso de los repulsados.
Un sector clave para la producción
El repulsado consiste en la deformación por rotación de distintos tipos de metales, obteniendo como resultado formas complejas sin necesidad de invertir en troqueles que pueden resultar muy costosos.
Una correcta provisión en tiempo y calidad de repulsados puede traducirse en un importante ahorro para los clientes.
Algunas empresas de repulsados, como es el caso de Lumar, son capaces de realizar series sueltas y programadas, y programar entregas “Just in Time”, lo cual evita almacenajes e inversiones en piezas para los clientes. “Como cualquier profesión, dedicarse a la manufacturación de piezas repulsadas requiere de dedicación, conocimiento y experiencia”, aseguran los responsables de la firma.
Así, los fabricantes de repulsados manipulan multitud de materiales como hierro, latón, aluminio, acero inoxidable, cobre y diversas aleaciones en medidas tan pequeñas como 50 milímetros de diámetro hasta los 1500 milímetros diámetro, abracando también diferentes grosores con la posibilidad de alcanzar los 6 milímetros.
La producción de estas piezas es un bastión para muchos tipos de industrias y comercios, aunque estos talleres también son capaces de fabricar productos acabados como devanaderas, lámparas, ollas, llantas, tubos silenciadores, medias esferas, ojos de buey, ceniceros, conos laminados, copas de trofeos, etc.
El secreto de la calidad
Para comprobar que se trata de un repulsado de calidad, es importante atender a estos indicadores: no deben verse cordones de soldadura, los espesores de pared deben ser mínimos, las superficies tienen que ser llanas y los acabados uniformes. Si estos y otros aspectos se verifican, estamos ante una pieza que no defraudará sea cual sea el uso que se le dé.
Para llegar a esta pieza, las empresas de repulsados deben contar con una maquinaria de última tecnología, archivo de troqueles y moldes, y un amplio espacio de almacenaje, así como también contar con una plantilla de especialistas que sepan atender las necesidades de producción.
Considerando que una de las tendencias en materia de construcción para este 2020 es la optimización de recursos, se entiende la importancia de que este tipo de suministros lleguen en tiempo y forma.
La inversión tecnológica es clave para la industria del repulsado. Los nuevos tornos alcanzan altos índices de precisión pero, por supuesto, requieren un importante desembolso para su adquisición y mantenimiento. Aun así, los fabricantes de repulsados se animan a asumir este tipo de inversiones, alentados por las cifras positivas que experimentan sus principales clientes.
Ventajas y beneficios de los repulsados
El proceso de deformación por rotación de metales en frío, tiene varias ventajas en relación a los métodos tradicionales.
Con la precisa compresión de un rodillo deformador como elemento dominante, es más difícil que aparezcan fallos e imperfecciones. Además, se consigue mayor dureza, alta deformabilidad y acabados más uniformes.
Por otro lado, reduce los costes productivos y puede generar formas más complejas y estructura granular.
Otra ventaja es la gran variedad de metales aptos para repulsar, ya que hablamos de aluminio, bronce, hierro y acero, pero también de aleaciones de alta resistencia.