En el mapa empresarial postpandemia, un actor visiblemente fuerte y estratégicamente consolidado, Highest Consultores, se ha propuesto dar el salto a los medios de comunicación de la mano de su comandante en jefe, Ángel de la Rúa. Y lo ha hecho con la vocación de prestar soporte a las empresas que demandan imagen y comunicación corporativa con un objetivo cristalinamente definido: aportar valor a su negocio.
En efecto, la comunicación es, en el mejor de las acepciones, instrumental. Es clave para sacar adelante planes de crecimiento en compañías del más distinto tamaño y de los más opuestos sectores. Así, tanto desde los micrófonos de una emisora de radio generalista como de una revista que combinará diplomacia y estilo de vida, Highest potenciará el desarrollo de marcas y productos, y dará impulso a procesos de fusión, adquisición o internacionalización de firmas. Todo está en marcha ya.
No hay mejor prédica que la que arrastra el propio ejemplo. Y en este caso, es una auténtica bendición que emprendedores que luchan por ellos, por sus familias y por sus propias ilusiones en el mejor y más legítimo ánimo de generar riqueza, estén volcados para poner su granito de arena en la recuperación de una España golpeada, como mínimo, por la inquietud. Así sí salimos. Así sí.