Sin embargo, tenemos garantizados los suministros, ya que de Ucrania no importamos ni gas ni crudo, y de Rusia, solo el 8,4% y el 4,5% del total, respectivamente (datos de noviembre de 2021), todo en barcos.
España tiene muy diversificados sus suministros de ambas materias primas, con más de una veintena de orígenes. Incluso, a lo largo del año pasado llegaron buques metaneros procedentes de Papúa Nueva Guinea y de Australia.
Sobre este asunto, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, mostró ayer su temor a que el conflicto de Ucrania pueda disparar los precios del gas y, consecuentemente, de la electricidad en nuestro país. «Nos impactará como a los demás países la evolución del precio del gas en un momento en el que hay un aumento muy notable de la demanda de los países asiáticos. También nos inquieta las tensiones con el que es (Rusia) el primer suministrador de gas a muchos países de Europa», dijo antes de participar en Amiens (Francia) en el Consejo de Ministros de Energía informal de la UE.
Y reiteró su petición a la Comisión Europea de que se articule «un plan de emergencia» con medidas regulatorias excepcionales para que el precio del gas no impacte de «manera tan desorbitada» en el precio de la electricidad.
El hecho de que España sea una isla energética respecto a Europa, con mínimas interconexiones eléctricas y gasistas, sirve en esta ocasión de escudo ante un posible recorte de las exportaciones de gas ruso a la UE. Nuestro país solo tiene dos pequeños gasoductos que cruzan los Pirineos por Irún y Larrau. La cantidad de gas que transportan es insignificante (en diciembre, un 7,4% del total) si la comparamos con la que llega a través del gasoducto Medgaz (Argelia-Almería) y la que descargan los buques metaneros (fueron 31 en diciembre pasado) en las seis plantas de regasificación que tiene el sistema que gestiona Enagás. Estas infraestructuras son vitales para garantizar el suministro a nuestro país, ya que sirven para diversificar la procedencia del gas.
Esta garantía no la tienen la mayoría de los estados centroeuropeos, ya que dependen casi exclusivamente del gas que reciben a través de los gasoductos que proceden de Rusia –como el que cruza Ucrania– y apenas cuentan con plantas para recibir gas en buques.
De momento, y tras la aparente tregua que se han dado Estados Unidos y Rusia después de la reunión mantenida ayer en Ginebra (Suiza) entre el secretario de Estado estadounidense y el ministro de Exteriores ruso, los precios internacionales del gas mantienen la calma. El mercado español de Mibgas marcaba ayer 76 euros el megavatio hora (MWh), un 21,7% más caro que el cierre de 2021 (62,44 euros). El 21 de diciembre llegó a alcanzar los 183 euros.
Los precios del gas son además determinantes en el sector eléctrico nacional, ya que la generación eléctrica con gas es la más cara de todo el mix de producción, por lo que contribuye a que los precios de la electricidad sean más caros. En el lado opuesto de esta balanza están las renovables y las nucleares. Sin embargo, las hidráulicas, cuya generación eléctrica es también de las más baratas, han aprovechado las lagunas del mercado eléctrico y han marcado los precios más altos en la mayoría de las franjas horarias más caras de diciembre, un mes que alcanzó los máximos históricos.
En el caso del petróleo, la UE ha amenazado con sanciones económicas a Rusia si invade Ucrania. Entre ellas, el veto a la importación de crudo ruso, lo que ocasionaría un desequilibrio en los mercados. La cotización del crudo Brent se mantiene en el entorno de los 88 dólares el barril, nivel que no alcanzaba desde octubre de 2014. En los últimos doce meses se ha encarecido un 60%.
Pero la duda permanece: ¿qué ocurría si, en caso de que el conflicto se intensifica y tanto UE como OTAN deciden acciones "compliccadas" contra Rusia y ésta optara por cortar el suministro de gas a Europa? El caos se adueñaría de los mercados mundiales que se hundirían durante meses en un "invierno" financiero y el crecimiento de la inflación se dispararía de manera imprevisible.