No obstante, las previsiones del banco central estadounidense sobre los tipos de tasas de interés son restrictivas, con el aumento de 125 puntos base hasta finales de año y de otros 25 puntos base en 2023, hasta situarlos en el 4,6 por ciento (3,8 por ciento para las proyecciones de junio).
Las solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos subieron la semana pasada hasta 213.000, frente a las 208.000 de la semana anterior.
Con esta situación, Carlos Balado, profesor de la escuela de negocios OBS Business School y director de la consultora financiera Eurocofin, explicó a Xinhua que "en estos momentos los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, resultan más beneficiosos para el dólar en comparación con los del Banco Central Europeo, por cuanto que transmiten determinación y firmeza en subir los tipos de interés sin ningún tipo de miramiento".
"Tal y como asegura Powell, nadie sabe si este proceso nos llevará a una recesión, y si lo hace, tampoco se conoce su profundidad, por lo que reafirmó que la lucha contra la inflación será un proceso difícil e inevitablemente doloroso para la economía", dijo Balado.
En el caso de Europa, los planteamientos son "más tibios", principalmente porque su meta es lograr tasas de inflación del 2 por ciento en el medio plazo, explicó el experto.
"La orientación de medio plazo significa que sus decisiones no se basan en el último dato de inflación ni siquiera en la inflación que esperan para los próximos meses o trimestres, sino en la que creen que será en el medio plazo, es decir: en un horizonte de dos o tres años", agregó.
Recordó también que el último informe de proyecciones del BCE, donde muestra cómo podrían verse afectadas la economía de la zona del euro si se materializa algún escenario adverso, se advierte que la inflación en 2024 alcanzará el 2,7 por ciento, por encima de lo proyectado en el escenario central (2,3 por ciento) y más lejos aún de su objetivo del 2 por ciento.
Para Balado, el análisis de la situación en el mercado europeo se interpreta como una debilidad frente a la fortaleza con que asume la situación Estados Unidos, y esto beneficia al dólar frente al euro.